Francisco Moral Rodríguez asumió ayer el cargo de secretario local de la CIG-Valdeorras, cargo en el que sucede a Adriano Brito Ferreiro.
El relevo se desarrolló en la V Asamblea de la central sindical, que se desarrolló ayer en el salón de actos de la Casa Consistorial de O Barco. A la cita acudió el dirigente provincial, Etelvino Blanco. En la reunión, se analizó la situación laboral de la zona.
La cita permitió conocer el informe de la ejecutiva local, un documento que critica las reformas laborales realizadas por PSOE y PP y la 'política de recortes do gasto público en ensino, saúde ou servizos sociais'. El estudio no escatima las críticas contra el Ejecutivo autonómico: 'As promesas electorais de Feijoo, de trato diferenciado con Valdeorras e de acabar coa discriminación que sufrimos por parte das distintas administracións, quedaron nun insulto para os valdeorreses', dicen los responsables de CIG-Valdeorras.
El informe explica que el número de parados pasó de los 2.628 de diciembre de 2009 a los 2.899 de 2013. También se queja de la pérdida de empleo en el sector de la pizarra, que cifra en unos 1.200 puestos de trabajo. En este capítulo, asegura que este sindicato 'foi o único en denunciar os ERE fraudulentos, mentres outros miraban para outro lado'.
El trabajo también incluye los cursos de formación que desarrolló CIG-Valdeorras, así como los 107 trabajadores del sector de la pizarra que envió al Instituto Nacional de la Silicosis, de Oviedo.
La cita permitió conocer el informe de la ejecutiva local, un documento que critica las reformas laborales realizadas por PSOE y PP y la 'política de recortes do gasto público en ensino, saúde ou servizos sociais'. El estudio no escatima las críticas contra el Ejecutivo autonómico: 'As promesas electorais de Feijoo, de trato diferenciado con Valdeorras e de acabar coa discriminación que sufrimos por parte das distintas administracións, quedaron nun insulto para os valdeorreses', dicen los responsables de CIG-Valdeorras.
El informe explica que el número de parados pasó de los 2.628 de diciembre de 2009 a los 2.899 de 2013. También se queja de la pérdida de empleo en el sector de la pizarra, que cifra en unos 1.200 puestos de trabajo. En este capítulo, asegura que este sindicato 'foi o único en denunciar os ERE fraudulentos, mentres outros miraban para outro lado'.
El trabajo también incluye los cursos de formación que desarrolló CIG-Valdeorras, así como los 107 trabajadores del sector de la pizarra que envió al Instituto Nacional de la Silicosis, de Oviedo.
