Un incendio arrasó una vivienda y destrozó una planta de la colindante, ambas integradas en una sola estructura de casa de gran tamaño en la aldea de Baños, en A Veiga. Las llamas comenzaron a las 4,00 horas de la madrugada del sábado en la parte de la casa donde fue instalada la chimenea, por lo que fuentes de los equipos de emergencias manejaban la hipótesis de que el fuego comenzase en ella.
Las llamas fueron descubiertas por uno de los residentes en las viviendas dañadas pues estaban ocupadas las dos. El ruido que provocó la madera ardiendo lo alarmó y, nada más observar qué lo causaba, avisó a su familia. En esos momentos, se encontraban seis personas en la casa, sin que ninguna de ellas sufriera daño alguno, incluidas las dos personas que fueron observadas por los sanitarios de la ambulancia del 061 de Viana. 'Saíron co posto. Non lles deu tempo a coller nada. Foi un desastre', explicó Edesio Yáñez Gómez, alcalde de A Veiga, después de visitar el lugar. Añadió que los residentes se se alojaron en casas de parientes.
Los vecinos fueron quienes comenzaron las labores de extinción. El estrépito y las campanas de la iglesia los hicieron levantar de sus camas, acudiendo con mangueras. Los bomberos del Consorcio de Valdeorras también fueron movilizados, pero el parque está a 40 kilómetros de distancia.
Posteriormente, se sumaron otros equipos a las labores de extinción, que utilizaron seis vehículos de los bomberos valdeorreses, Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de O Barco y Concello de A Veiga.
La presencia en la casa de un depósito de plástico conteniendo 700 litros de gasoil obligó a los bomberos a intensificar las labores de extinción en esa parte de la vivienda, para impedir que ardiese. Tampoco pudieron sacar varias bombonas de butano, alguna de las cuales registró un escape de gas, alarmando a los equipos de emergencias y a los vecinos.
Los bomberos necesitaron tres horas para dar por controlado el incendio, aunque continuaron refrescando los restos de la casa hasta la noche de ayer. Cuando amaneció, vieron cómo sólo se salvó una planta de una de las viviendas, gracias a la planchada de cemento.
Los vecinos fueron quienes comenzaron las labores de extinción. El estrépito y las campanas de la iglesia los hicieron levantar de sus camas, acudiendo con mangueras. Los bomberos del Consorcio de Valdeorras también fueron movilizados, pero el parque está a 40 kilómetros de distancia.
Posteriormente, se sumaron otros equipos a las labores de extinción, que utilizaron seis vehículos de los bomberos valdeorreses, Grupo de Emerxencias Supramunicipal (GES) de O Barco y Concello de A Veiga.
La presencia en la casa de un depósito de plástico conteniendo 700 litros de gasoil obligó a los bomberos a intensificar las labores de extinción en esa parte de la vivienda, para impedir que ardiese. Tampoco pudieron sacar varias bombonas de butano, alguna de las cuales registró un escape de gas, alarmando a los equipos de emergencias y a los vecinos.
Los bomberos necesitaron tres horas para dar por controlado el incendio, aunque continuaron refrescando los restos de la casa hasta la noche de ayer. Cuando amaneció, vieron cómo sólo se salvó una planta de una de las viviendas, gracias a la planchada de cemento.
