El Grupo Piquisa adquirió dos pizarreras de Quiroga: Cupiga y Pebosa. Por ellas ofreció 1,2 millones de euros en la subasta. Esta operación cierra una etapa que comenzaba en el 2008, cuando las dificultades por las que pasaban comenzaron a repercutir en sus 180 trabajadores, muchos de ellos procedentes de la comarca valdeorresa. La campaña reivindicativa tuvo su momento álgido en la manifestación que en septiembre de ese mismo año cortó la carretera N-120, a su paso por la localidad lucense.
La compra de las dos canteras fue calificada como 'unha aposta a medio e largo prazo' por Jesús Vidal Corcoba. El propietario del Grupo Piquisa resaltó las dificultades que en estos momentos entraña mantener la plantilla actual, que forman unos 80 empleados. Las crisis que sufrió el sector llevan al pizarrista de O Barco a apostar por la prudencia.
El empresario se hizo con las canteras en la subasta que organizó el Juzgado de Lugo, después de invitar a los industriales que el juez consideró que podrían estar interesados en la operación. El magistrado lucense optó por esta opción después de que nadie hubiese mostrado interés por las explotaciones la primera vez que fueron subastadas y tras desestimar una oferta de 100.000 euros por cada cantera.
Las dos pizarreras presentaron suspensión de pagos en 2005 y los trabajadores fueron despedidos por un Expediente de Regulación de Empleo 'ERE', firmado por los administradores judiciales.
Los sindicatos siguen con interés la evolución de los acontecimientos, con la confianza de que con la reapertura de las explotaciones pizarreras permita reanudar la contratación de trabajadores. Así lo apuntó el secretario valdeorrés de CC.OO., Luis Alba, quien encuentra razonable la prudencia que muestra el comprador, en un momento en el que, según recuerda, 'hay empresas del sector pizarrero que tienen dificultades para sacar las existencias'.
El empresario se hizo con las canteras en la subasta que organizó el Juzgado de Lugo, después de invitar a los industriales que el juez consideró que podrían estar interesados en la operación. El magistrado lucense optó por esta opción después de que nadie hubiese mostrado interés por las explotaciones la primera vez que fueron subastadas y tras desestimar una oferta de 100.000 euros por cada cantera.
Las dos pizarreras presentaron suspensión de pagos en 2005 y los trabajadores fueron despedidos por un Expediente de Regulación de Empleo 'ERE', firmado por los administradores judiciales.
Los sindicatos siguen con interés la evolución de los acontecimientos, con la confianza de que con la reapertura de las explotaciones pizarreras permita reanudar la contratación de trabajadores. Así lo apuntó el secretario valdeorrés de CC.OO., Luis Alba, quien encuentra razonable la prudencia que muestra el comprador, en un momento en el que, según recuerda, 'hay empresas del sector pizarrero que tienen dificultades para sacar las existencias'.
