El fuerte olor a gas que impregnó en la tarde del miércoles cinco de marzo el centro de O Barco provocó la alarma vecinal, obligando a desalojar al casi centenar de niños que asistían a la Catequesis en la iglesia Santa Rita. Técnicos de Repsol Gas lo atribuyeron a la limpieza de un depósito particular.
Un fuerte olor a gas provocó en la tarde del miércoles cinco de marzo la alarma de quienes se encontraban en el centro del casco urbano de la villa barquense, en la calle Balorca. Coincidió con la presencia de casi un centenar de niños en los bajos de la iglesia de Santa Rita, donde asistían a la Catequesis.
El olor a gas provocó la evacuación de los niños, minutos antes de que finalizase la cita religiosa. Lo que llevaron a cabo los padres en medio de visibles signos de alarma.
Algunos vecinos de la zona también abandonaron sus pisos, preocupados por el posible peligro de explosión. Mientras, por las calles próximas, numerosas personas apresuraban sus pasos, cubriéndose la nariz con pañuelos para protegerse del olor.
Los técnicos de Repsol Gas que acudieron al lugar restaron importancia al fuerte hedor y explicaron que procedía del vaciado del depósito ubicado en un terreno particular, donde el gas fue quemado para favorecer su eliminación.
El olor a gas provocó la evacuación de los niños, minutos antes de que finalizase la cita religiosa. Lo que llevaron a cabo los padres en medio de visibles signos de alarma.
Algunos vecinos de la zona también abandonaron sus pisos, preocupados por el posible peligro de explosión. Mientras, por las calles próximas, numerosas personas apresuraban sus pasos, cubriéndose la nariz con pañuelos para protegerse del olor.
Los técnicos de Repsol Gas que acudieron al lugar restaron importancia al fuerte hedor y explicaron que procedía del vaciado del depósito ubicado en un terreno particular, donde el gas fue quemado para favorecer su eliminación.
