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Con las lluvias de los últimos días comenzaron a aflorar las setas en los montes de la provincia, favoreciendo las salidas al campo de los cada vez más numerosos aficionados a la micología. Los expertos prevén una campaña más que buena, aunque también advierten de que su distribución será desigual en función de la humedad de la tierra en las distintas comarcas. Así, en los montes del centro provincial o el área de Celanova ya se puede recoger un buen número de ejemplares, al igual que en las zonas altas de Valdeorras, mientras en los montes situados a menor altitud apenas comienzan a aparecer los primeros “choupíns”, o Macrolepiota procera.
“Se presenta una buena campaña, gracias a las tormentas de principios de septiembre. Sobre todo en las zonas afectadas por ellas, pues en otras partes el monte aún está seco”, comenta José Luis Rico, de la asociación micológica ourensana Os Cogordos, quien también resaltó la repercusión del cambio climático. De una opinión similar es Alejandro Mínguez, el experto micólogo de Celanova, quien resalta que los microclimas influyen en la aparición de setas en las distintas comarcas. “Aquí llovió en verano, en los meses de julio y agosto, y el sustrato está humedo. Será una temporada buenísima. Hay bastante material por todos los sitios”, apunta. Desde Valdeorras, Juan Grande, corroboraba la aparición de los primeros “choupíns” en las partes situadas a mayor altitud. “En las zonas altas, que son más húmedas, aunque aún hay pocos ejemplares”, dijo.
En el entorno de Celanova ya puede encontrarse gran cantidad de Boletus, apunta Alejandro Mínguez. Añade que, además de los populares edulis, aparecieron numerosos aereus, de color más oscuro, mayor valor culinario y más difíciles de encontrar. Añade que el “sustrato húmedo” también propicia que comiencen a encontrarse ejemplares de Macrolepiota procera, Russula y los primeros champiñones.
El presidente de Os Cogordos, José Luis Rico, considera que “lo fuerte comenzará el próximo fin de semana”, pero ya apunta que comienzan a verse setas de Boletus reticulatus, Macrolepiota o Amanita muscaria, así como las russulas en las zonas altas, y también que pronto deberían empezar a aparecer ejemplares de Agaricus.
La aparición de las primeras setas de la campaña comenzó a animar a las mesas de la provincia, pero no todo son setas comestibles. Lo advierte Alejandro Mínguez, quien resalta que con las exquisitas llegaron las peligrosas, como la Amanita muscaria. “Empiezan a aparecer las tóxicas”, apunta el micólogo celanovense. Recuerda que “todos los años hay ingresos hospitalarios como consecuencia de una falta de información o de formación científica, por lo que aconseja a quienes salen al monte no recoger de la tierra aquellas setas que no conozcan.
Los expertos también se refirieron al desarrollo de la temporada. En este sentido, José Luis Rico, de Os Cogordos, plantea que “necesitamos tiempo de otoño, que aparezca la lluvia cada ocho días y que no bajen las temperaturas”. Apunta que “últimamente, los otoños son más secos y, si bien hay humedad en muchos sitios, hay zonas donde el monte está seco. ¿Qué pasará dentro de un mes? Es una lotería”.
Alejandro Mínguez, quien abogó porque las temperaturas no desciendan, también apuntó que las temperaturas altas favorecen la aparición de gusanos en unas setas que pueden acabar cuarteadas. “Será una temporada buenísima, salvo que deje de llover o llegue el frío”, dijo.
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