La madrugada del viernes fue aciaga para el casco antiguo de O Barco. Dos familias perdieron sus viviendas y se vieron obligadas a ir a vivir con sus parientes después de que sus casas se convirtieran en pasto de las llamas. El fuego destruyó las cubiertas y las primeras plantas de los números 28 y 30 de la calle de San Roque, causando graves daños en los bajos.
Todo comenzó en una caldera de calefacción. José Antonio Crespo, propietario de la casa con número 28, comentó ayer que la encendió a las 19.00 horas. El fuego empezó aproximadamente cuatro horas después. 'Solo pude sacar la bombona de oxígeno de mi padre y la bombona de butano. Salimos con lo puesto', explicó a las 10.00 horas de ayer. Los bomberos aún no le habían permitido entrar en la casa, en cuya planta está ubicado el negocio familiar. En las horas siguientes pudo recatar la mayor parte de los variados artículos que vendía y de la maquinaria que utilizaba. También comercializaba productos para la matanza, por lo que perdió la campaña. La familia de José Antonio Crespo se vio obligada a refugiarse en el piso de un pariente, lo mismo que sucedió con la de Francisco Marqués. 'Salimos rápidamente', dijo. En ese instante fue llamado por los bomberos para entrar en su casa y ayudar a recoger los objetos que se libraron de las llamas. Hasta ese momento no había podido hacerlo, por lo que desconocía en qué estado quedó la planta baja. Sí tenía claro que el piso superior había sufrido graves daños.
El incendio movilizó a bomberos del parque de A Rúa, al Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) y Protección Civil de O Barco, así la Policía Local y Guardia Civil.
PARADA CARDIACA
Pero las desgracias no vienen solas. A escasos 50 metros, el jefe de la Policía Local, Arturo Rebollar, ayudado por una agente, inició las maniobras de reanimación de una vecina que sufrió una parada cardiaca hasta que llegaron los sanitarios. Estaba en su casa y todos los intentos fueron en vano. La mujer, de 73 años, falleció en su casa. Poco antes, había acudido a contemplar el incendio, según fuentes de los equipos de emergencias que acudieron al lugar para atender a la víctima.
El incendio movilizó a bomberos del parque de A Rúa, al Grupo de Emergencias Supramunicipal (GES) y Protección Civil de O Barco, así la Policía Local y Guardia Civil.
PARADA CARDIACA
Pero las desgracias no vienen solas. A escasos 50 metros, el jefe de la Policía Local, Arturo Rebollar, ayudado por una agente, inició las maniobras de reanimación de una vecina que sufrió una parada cardiaca hasta que llegaron los sanitarios. Estaba en su casa y todos los intentos fueron en vano. La mujer, de 73 años, falleció en su casa. Poco antes, había acudido a contemplar el incendio, según fuentes de los equipos de emergencias que acudieron al lugar para atender a la víctima.
