La investigación del caso continúa abierta y se espera la detención de al menos otras tres personas

Ingresan en prisión cuatro detenidos por el asalto a la casa de un empresario barquense

Los barquenses detenidos en la entrada del juzgado
El juez envió a prisión a los dos hermanos de Viloira y a los dos ponferradinos detenidos por la Policía Judicial de la Guardia Civil de A Rúa y el Equipo contra el Crimen Organizado (ECO) de Pontevedra por el asalto al chalé de un empresario barquense.
La alarma saltó lejos de Galicia, en una joyería del territorio nacional que poseía una licencia especial para la compra de joyas (de funcionamiento muy parecido al de las casas de empeño). Cuando alguien intentó colocarle una alhaja, el propietario desconfió que su origen pudiese no ser lícito y dio aviso al Equipo contra el Crimen Organizado de la Guardia Civil (ECO) de Pontevedra, encuadrado en la Unidad Central Operativa (UCO). Fueron los primeros pasos de una investigación en la que jugaron un papel fundamental los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil de A Rúa y que condujo a la identificación de los autores del asalto al chalé de un empresario de O Barco, Manuel Fernández Blanco. La investigación comprobó que la joya formaba parte de las que la familia atesoraba en su vivienda, antes de formar parte del botín que se llevaron los ladrones el pasado 18 de febrero.

Posteriormente, se supo que el profesional que puso sobre la pista de los ladrones a los investigadores no fue el único que recibió su oferta, pues fuentes consultadas apuntaron que también podría haberle sido presentada a algún joyero de O Barco.

Poco a poco, los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil ruesa y del equipo ECO pontevedrés fueron tirando de un hilo que les condujo a la detención de cuatro de los presuntos implicados en el asalto al chalé del empresario.

Los primeros detenidos son dos vecinos de Ponferrada, E.P.T. e I.M.V., así como dos hermanos de Viloira (O Barco) R.M.F.H. y J.M.F.H. Uno a uno, y por ese mismo orden, los cuatro fueron desfilando por el Juzgado mixto número uno de O Barco a lo largo de toda la mañana de ayer. En sus dependencias, todos reconocieron los hechos que les atribuía la investigación. Ante este asentimiento, el juez ratificó la petición del fiscal ordenando su ingreso en prisión sin fianza.

Incautaciones


Durante la investigación, que incluyó varios registros domiciliarios, los agentes de la Policía Judicial en coordinación con los del equipo ECO incautaron una pistola y una cantidad indeterminada de cocaína. Pero el hallazgo que podría ser determinar en la resolución de este caso es la localización de varias joyas, si se confirma que éstas son propiedad del empresario.

El caso seguía abierto y el número de detenidos podría haber aumentado durante la tarde-noche con otras tres personas, también con domicilios en las comarcas de Valdeorras y El Bierzo. Estos últimos serán puestos a disposición del Juzgado número uno en las próximas horas.

La investigación dio mucho más de sí y permitió localizar a dos personas como presuntos colaboradores en parte de los hechos. Sin embargo, en un principio, su implicación no fue estimada tan grave como para que los agentes les arrestasen.

En las próximas horas, las pesquisas desarrolladas conjuntamente por el Equipo contra el Crimen Organizado de la Guardia Civil y la Policía Judicial de la Guardia Civil ruesa entrará en su recta final. No obstante, aún es demasiado pronto para dar por descartado que a las detenciones anteriores se les sume alguna otra, según evolucionan las averiguaciones.

Los ladrones buscaban dinero


Una de las razones del asalto al chalé del empresario de O Barco que desde un primer momento manejaron los investigadores fue la compra del Grupo Corporativo Cafersa, del que es consejero Manuel Fernández, que meses antes había realizado la empresa alemana Rathschek.

Los ladrones sospechaban que el industrial de O Barco guardaba algún dinero en el chalé de la calle As Covas, por lo que decidieron planear el asalto del pasado 18 de febrero.

Según declaró en su día el empresario de O Barco, los cuatro ladrones perpetraron la acción utilizando una pistola, un cuchillo y una porra que produce descargas eléctricas. Además, para evitar ser reconocidos, se cubrieron las caras con pasamontañas, colocándose guantes en las manos.

Antes de abandonar a pie el recinto que rodea el chalé, amordazaron al industrial para dificultar su posible persecución.

Agentes con pasamontañas


En el traslado de los cuatro detenidos, desde el cuartel de la Guardia Civil de O Barco hasta el Juzgado mixto número uno de la villa, se turnaron los agentes del puesto barquense y los del Equipo contra el Crimen Organizado de Ponte vedra. Estos últimos subieron las escaleras exteriores del edificio cubiertos con pasamontañas, medida precautoria que despertó la curiosidad de los peatones que recorrieron la calle Doctor Pérez Lista durante la mañana.

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