Las cuentas bancarias de Martin Verfondern no registraron movimientos extraños desde la fecha de su desaparición de Santoalla (Petín), el 19 de enero. El miércoles, un cazador guió al equipo de búsqueda sin ningún resultado.
El holandés desaparecido el 19 de enero de Santoalla (Petín), Martin Verfondern, no retiró dinero de sus cuentas bancarias. Lo apuntó ayer su mujer, Margo Pool, después de comprobar, acompañada por agentes de la Guardia Civil, los últimos movimientos.
También fue infructuosa la comprobación del correo electrónico del desaparecido, aunque al abrirlo Margo Pool se encontró con una sorpresa. Esta mujer de origen alemán observó la existencia de un buen número de mensajes de apoyo enviados desde distintas partes del mundo. Los más numerosos fueron los remitidos desde Alemania, Holanda y España, según apuntó.
A su vez, los agentes del Seprona y de la Policía Judicial de la Guardia Civil regresaron a las inmediaciones de Santoalla. Pretendieron descartar la posibilidad de que hubiese sufrido un accidente de tráfico y cayese con su todoterreno Ford Bronco por los barrancos que flanquean la pista que conduce al pueblo petinés. Guiados por un cazador visitaron los lugares que resultaron inaccesibles para el helicóptero que sobrevoló la zona el martes. Tampoco obtuvieron resultado.
Algunos cazadores indican que en los barrancos hay varios lugares donde el coche pasaría desapercibido si hubiese caído sobre ellos, pues sería cubierto por la maleza. Con el paso del tiempo, cobra fuerza la tesis de que el desaparecido no sufrió un accidente en la zona, pues ya habría sido localizado.
También fue infructuosa la comprobación del correo electrónico del desaparecido, aunque al abrirlo Margo Pool se encontró con una sorpresa. Esta mujer de origen alemán observó la existencia de un buen número de mensajes de apoyo enviados desde distintas partes del mundo. Los más numerosos fueron los remitidos desde Alemania, Holanda y España, según apuntó.
A su vez, los agentes del Seprona y de la Policía Judicial de la Guardia Civil regresaron a las inmediaciones de Santoalla. Pretendieron descartar la posibilidad de que hubiese sufrido un accidente de tráfico y cayese con su todoterreno Ford Bronco por los barrancos que flanquean la pista que conduce al pueblo petinés. Guiados por un cazador visitaron los lugares que resultaron inaccesibles para el helicóptero que sobrevoló la zona el martes. Tampoco obtuvieron resultado.
Algunos cazadores indican que en los barrancos hay varios lugares donde el coche pasaría desapercibido si hubiese caído sobre ellos, pues sería cubierto por la maleza. Con el paso del tiempo, cobra fuerza la tesis de que el desaparecido no sufrió un accidente en la zona, pues ya habría sido localizado.
