La titular del Juzgado número Uno de O Barco absolvió al tesorero rues de las acusaciones de maltrato y amenazas de la ex secretaria. La juez desestimó los testimonios de las partes y echa en falta un verdadero testigo.
Una sentencia del Juzgado número Uno de O Barco absuelve al tesorero del Concello de A Rúa, Jesús Rodríguez, de las acusaciones que formuló contra él la ex secretaria municipal, Pilar González. La juez afirma no haber encontrado una prueba clara sobre la exacta realidad de lo sucedido.
Los hechos se remontan a los días 13 y 14 de noviembre del 2007. Según la denuncia de la funcionaria, que en la actualidad trabaja en Cacabelos (León), fue objeto de maltrato de obra y de amenazas en dos incidentes ocurridos en el Consistorio rues. Pilar González, que estaba acompañada por el técnico en informática Manuel Cao, había solicitado una clave de acceso al sistema informática al tesorero, negándose éste a facilitársela.
La sentencia refleja que la relación entre ambas partes está muy deteriorada con distintos procedimientos penales y civiles previos. Esta circunstancia llevó a la juez a negar el valor de prueba de cargo suficiente para destruir la presunción de inocencia que ha de reconocerse al acusado a la declaración de la funcionaria.
La juez tampoco concede valor de prueba suficiente a los relatos de los numerosos testigos. Dice que todos están conectados por relaciones laborales y de amistad, que los hacen cercanos a cada una de las partes, y añade que sus testimonios fueron complacientes con las partes con las que se relacionaban y negaban la versión contraria.
La titular del Juzgado echa en falta un verdadero testigo, es decir, alguien ajeno a las partes y a sus intereses, que hubiese presenciado los hechos y optó por la absolución, respetando la presunción de inocencia.
Los hechos se remontan a los días 13 y 14 de noviembre del 2007. Según la denuncia de la funcionaria, que en la actualidad trabaja en Cacabelos (León), fue objeto de maltrato de obra y de amenazas en dos incidentes ocurridos en el Consistorio rues. Pilar González, que estaba acompañada por el técnico en informática Manuel Cao, había solicitado una clave de acceso al sistema informática al tesorero, negándose éste a facilitársela.
La sentencia refleja que la relación entre ambas partes está muy deteriorada con distintos procedimientos penales y civiles previos. Esta circunstancia llevó a la juez a negar el valor de prueba de cargo suficiente para destruir la presunción de inocencia que ha de reconocerse al acusado a la declaración de la funcionaria.
La juez tampoco concede valor de prueba suficiente a los relatos de los numerosos testigos. Dice que todos están conectados por relaciones laborales y de amistad, que los hacen cercanos a cada una de las partes, y añade que sus testimonios fueron complacientes con las partes con las que se relacionaban y negaban la versión contraria.
La titular del Juzgado echa en falta un verdadero testigo, es decir, alguien ajeno a las partes y a sus intereses, que hubiese presenciado los hechos y optó por la absolución, respetando la presunción de inocencia.
