Las leyendas de Valdeorras: pactos demoníacos e imágenes milagrosas

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Jóvenes encantadas que buscan romper su hechizo; mujeres que pactan con el maligno para evitar ser llevadas por un caballero carolingio... Así es el patrimonio legendario de la comarca

Valdeorras ofrece muchos atractivos. Buen vino, paisajes incomparables, un buen repertorio de posibilidades; también tiene una larga y rica historia que labró gracias a ser la puerta de entrada a Galicia. En las tablas de la crónica valdeorresa dejaron su firma los castrexos, los romanos con su Via Nova y sus puentes, los señores feudales con sus torres...

Tampoco le faltan a la comarca las leyendas. Entre las cumbres que moldean el valle serpentean reptiles monstruosos y se petrifican doncellas perseguidas por el corcel de un noble francés. El halo de misterio que sugieren las nubes al chocar con las montañas que rodean el curso del Sil deja abierta la puerta a creer en la veracidad de estas historias.

La leyenda del caballero Roldán y las tres costureras

Una leyenda muy popular en Valdeorras es la del caballero Roldán y las tres costureras, aunque existen otras versiones que las caracterizan como pastoras. Cuenta la historia que el caballero Roldán, un comandante carolingio de los francos, se enamoró de tres bellísimas mujeres que vivían en una aldea muy seca. Trató de cortejarlas, pero ellas lo rechazaron. Interpusieron una condición imposible para que se las llevara: que trajera un río al pueblo.

Roldán, con alguna clase de arte mágica, consiguió lo que le pidieron. Entonces ellas se dieron a la fuga, huyendo del caballero. Subieron Sil arriba por su orilla derecha hasta llegar a la altura de Valencia do Sil, en Vilamartín. Allí cruzaron su cauce en barca.

Roldán las persiguió, furioso. Cuenta la leyenda que iba tan rápido que su caballo echaba chispas por la boca. Cuando llegó a la orilla montado en su corcel, tal era su ira y su ansia por alcanzarlas que espoleó a su caballo con decisión. Tras tomar carrerilla, el trotón saltó con tal fuerza que no solo salvó el río, sino que también dejó la huella de su herradura en una roca.

Las mujeres ya se veían alcanzadas por el noble, y a la vez se ahogaban con la idea de tener que marcharse con él. Así que invocaron al demonio. Le suplicaron que las petrificase, y el maligno cumplió su deseo; ahora, tres rocas de cuarzo se asientan inmóviles encima de Valencia del Sil. De hecho, se encuentra muy próximo el yacimiento arqueológico de un castro.

Lagoa da Serpe: una serpiente que se convertía en joven

A los pies de Pena Trevinca, la montaña más alta de Galicia, se extienden varias lagunas glaciares. Una de ellas es la Lagoa da Serpe, que esconde bajo sus aguas un reptil de inconmensurable tamaño.

Cuenta la historia que bajo la fría superficie de la laguna habita una enorme serpiente. En las noches de luna llena se acercaba a la orilla transformada en una mujer joven. Se peinaba su pelo azabache sumergida en sus pensamientos, esperando que alguien la desencantase algún día.

Un chaval de la aldea de Ponte decidió ir a satisfacer su anhelo. Tenía fama de valiente, de arriesgado, de echarse para adelante. Subió pues en una noche de San Xoán para romper el hechizo y casarse con la joven. Al llegar allí se la encontró, como siempre, peinándose. La mujer le dijo que volviese al amanecer, y que ella, transformada en serpiente, emergería de las aguas con la boca abierta. Una vez le escupiese en ella, el encanto se rompería y podrían casarse.

Cuando el sol volvió de su corto descanso en la noche más corta del año y el frescor de la mañana estival bajó de las cumbres de Trevinca, un enorme monstruo rompió la calma. Según la leyenda, los silbidos de la gigantesca serpiente hacían temblar el lugar. El joven huyó despavorido, presa del terror, y el hechizo nunca se rompió.

Hay varias versiones que cambian la procedencia del mozo, y de hecho una de ellas cuenta que finalmente sí rompió la maldición y que pudieron contraer matrimonio, por lo que la serpiente ya no moraría la laguna. Si te atreves a comprobarlo puedes subir a ella gracias a una ruta de senderismo. Pero mejor ve de día.

Religión y leyenda: ¿milagros?

En Valdeorras también circulan historias legendarias sobre tallas religiosas de las que se dice que obraron hechos extraordinarios. Una popular en O Barco relata cómo la célebre figura del Nazareno impidió que una riada se convirtiera en tragedia. Cuentan que se decidió sacarlo en procesión en medio de un temporal de lluvia que amenazaba incluso con que el Sil entrara en las casas de los vecinos. Gracias a las súplicas y a una mano sobrenatural, las lluvias cesaron y salió el sol, salvando así la villa. De hecho, se dice de esta imagen que salió de un tronco que bajaba por el arroyo Cigüeño. Nadie la pudo trabajar hasta que acordaron emplearla para honrar al Nazareno.

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Otra leyenda religiosa de la comarca es la que narra el origen del Santuario de As Ermidas, un precioso tesoro barroco encajado entre las paredes que atraviesa el Bibei. Unos pastores de la zona habrían constatado un comportamiento muy extraño de sus ovejas, que se aproximaban continuamente a una pequeña gruta oscura. Cuando entraron descubrieron una talla de la Virgen. Y decidieron construir una ermita en el lugar.

Años después (estamos hablando del siglo XVII), el obispo Alonso Mesía fue diagnosticado con una enfermedad incurable. Se dice que tras rezarle a la Virgen de As Ermidas, vivió una aparición y decidió comenzar la construcción de un santuario en el lugar donde se encontraba la ermita.

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Estas son solo algunas de las historias legendarias que salpican la comarca. Lo que está claro es que si Galicia es una tierra plagada de leyendas, Valdeorras no es la excepción. Y entre sus ríos y accidentes deberemos tener cuidado de no toparnos con serpientes monstruosas o caballeros enfurecidos.

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