El Consello Regulador pretende controlar los kilos por hectárea para que no entre uva foránea

El límite a la producción de las viñas divide a los viticultores

Los miembros del Consello Regulador, durante su reunión de ayer en O Barco. (Foto: J.C.)
Los límites fijados para la producción de uva enfrentan a los viticultores de la Denominación de Orixe.
La gran cosecha que se prevé para la próxima vendimia, si no progresan los brotes de mildiu detectados, agravan las diferencias. Un sector de los productores es partidario de reducir al máximo la cantidad de racimos recogidos por hectárea, en tanto que otros agricultores reclaman más libertad para poder aprovechar los años de bonanza. A su vez, el presidente del Consello Regulador apuesta por lograr un equilibrio entre las dos posturas. Este asunto fue incluido en la sesión plenaria convocada para última hora de la tarde de ayer.

El máximo responsable del Consello Regulador, José Luis García Pando, indicó que el reglamento marca los límites de la producción en 10.000 kilos por hectárea para las variedades preferentes, como el godello y la mencía, aumentando hasta 12.000 el máximo fijado para las demás variedades de uva. Pese a ello, la norma permite aumentar esas cifras hasta un 25%, si los informes de los técnicos lo permiten.

'Polémica sobre o rendemento sempre hai. Se trata de buscar un equilibrio', corroboró el presidente del Consello. Los defensores y detractores de una menor producción de uvas por hectárea aluden a la búsqueda de una mayor calidad o de más cantidad, respectivamente. José Luis García Pando añadió otros dos factores. 'O límite protexe a uva de aquí. A súa ausencia podería fomentar a entrada de uva foránea', explicó. Además, apuntó que 'tamén salvaguardan os precios. Unha prodcción limitada favorece que os precios sexan máis altos', dijo.

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