Manuel Candal, que ocupó la alcaldía de Vilamartín durante 36 años, afirmó que en este periodo sólo hice bien, no percibí ni un duro. Lo dijo en el Juzgado de O Barco, tras declarar por la querella que interpuso la Fiscalía de Ourense, que le atribuye un delito de prevaricación urbanística por autorizar 15 licencias de casas y naves amenazadas por órdenes de derribo.
Con paso vacilante y ayudado por su hijo abogado, Manuel Candal, llegó ayer al Juzgado mixto número uno de O Barco. A la entrada le aguardaban cinco afectados por las órdenes de derribo que dictó la antigua Consellería de Política Territorial contra casas y naves ilegales. Tras agradecer su apoyo, Candal se encaminó a prestar declaración ante el juez.
Con su presencia, los vecinos le devolvieron el apoyo que el ex alcalde de Vilamartín les brindó al firmar un escrito otorgando licencia a 15 obras ilegalizables, al ser construidas en suelo rústico. La rúbrica dio lugar a una querella de la Fiscalía de Ourense por prevaricación urbanística.
Nada más declarar ante el titular del Juzgado, Manuel Candal, de 73 años, dijo que en mis 36 años de alcalde sólo hice bien. No percibí ni un duro. También confesó que aún le escuece la incomparecencia del resto del equipo de gobierno popular (incluida la de su hija María Jesusa) en el pleno del 17 de noviembre de 2008. Debían aprobar el Plan Xeral de Ordenación Municipal, redactado para regularizar la situación de las construcciones. Estoy dolido del plantón del grupo de gobierno. El plan se podía sacar adelante, apuntó.
Al no salir adelante el PXOM, los vecinos apremiaron al alcalde para que firmase los 15 permisos. El 18 de noviembre de 2008 renunció a la alcaldía, que pasó a ocupar su hija.
Ayer, le acompañó su hijo Manuel Candal Jarrín, quien aseguró que el ex alcalde es consciente de que no hizo nada ilegal. Este abogado añadió que aún no pudo revisar los más de 2.000 folios del expediente.
Con su presencia, los vecinos le devolvieron el apoyo que el ex alcalde de Vilamartín les brindó al firmar un escrito otorgando licencia a 15 obras ilegalizables, al ser construidas en suelo rústico. La rúbrica dio lugar a una querella de la Fiscalía de Ourense por prevaricación urbanística.
Nada más declarar ante el titular del Juzgado, Manuel Candal, de 73 años, dijo que en mis 36 años de alcalde sólo hice bien. No percibí ni un duro. También confesó que aún le escuece la incomparecencia del resto del equipo de gobierno popular (incluida la de su hija María Jesusa) en el pleno del 17 de noviembre de 2008. Debían aprobar el Plan Xeral de Ordenación Municipal, redactado para regularizar la situación de las construcciones. Estoy dolido del plantón del grupo de gobierno. El plan se podía sacar adelante, apuntó.
Al no salir adelante el PXOM, los vecinos apremiaron al alcalde para que firmase los 15 permisos. El 18 de noviembre de 2008 renunció a la alcaldía, que pasó a ocupar su hija.
Ayer, le acompañó su hijo Manuel Candal Jarrín, quien aseguró que el ex alcalde es consciente de que no hizo nada ilegal. Este abogado añadió que aún no pudo revisar los más de 2.000 folios del expediente.
