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Las previsiones de producción de castaña para el presente ejercicio dieron un giro inesperado en las últimas semanas. Si la próxima campaña se preveía ruinosa el pasado mes de marzo, en estos momentos, ya con los erizos en los árboles, las estimaciones invitan a un moderado optimismo. Coincidieron en destacar esta cambio Xesús Quintá, presidente de la Indicación Xeográfica Protexida (IXP) Castaña de Galicia, y el valdeorrés Juan Fernández, presidente de Productores y Exportadores de Productos Agrosilvestres de Galicia (Proagrosilga) y de la Red Estatal del Castaño.
Si los erizos que pueden verse actualmente en los árboles prosperan, la producción podría situarse en torno a un 60 % o un 70 % de un año normal, que es estimada en torno a los 15 millones de kilos para toda Galicia, saliendo de los sotos ourensanos aproximadamente el 60 %. “Sería satisfactorio un 60 % ou un 70 %, pois viría a dicir que imos controlando bastante ven a avispilla do castaño (Dryocosmus kuriphyius)”, comentó en este sentido Xesús Quintá.
El presidente de la IXP Castaña de Galicia apuntó que “en marzo e abril pensabamos que era un ano complicado, pero o tempo dos meses de maio e xuño semella que evitaron que a avispilla se propagase”, explicó Xesús Quintá. Juan Fernández se refirió a la variación de previsiones en términos muy similares: “En general está mejor de lo que pensábamos en primavera. Los árboles están verdes, frescos; el tiempo les vino muy bien”, dijo.
El extraño verano, en el que las temperaturas elevadas únicamente aparecieron en un par de semanas posibilitó que los árboles no sufriesen. A partir de ahora, sería bueno para los productores que el calor continuase durante lo que resta de mes y que en septiembre hiciese acto de presencia nuevamente la lluvia. “o ideal serían 15 ou 20 días de calor e logo auga”, expuso Xesús Quintá. Estas condiciones permitirán que los erizos crezcan y confirmarían así los cálculos del sector.
La producción varía de una zona a otra, aunque por lo general se está viendo el exterior de los castaños cargado de erizos. Son las partes nuevas del árbol, aquellas que surgieron en los últimos meses y aún no fueron infectadas por la avispilla, explican los expertos. En todo caso, Juan Fernández se mostró prudente y “espera que los erizos se críen”.
El sector de la castaña no solo tiene que superar a la avispilla del castaño. Además, debe afrontar las consecuencias negativas de la pandemia del covid-19. En todo caso, los efectos de la crisis sanitaria en la comercialización del fruto no son tan negativos como los ocasionados por la plaga. El presidente de la Red Estatal del Castaño, Juan Fernández, comentó que “la pandemia no afectó muchísimo al sector de la alimentación”. También puso sobre la mesa las mermadas producciones de los dos últimos años para explicar que los distribuidores no tuvieron excesivas complicaciones a la hora de dar salida a la castaña. “En los últimos dos años no estamos en los kilos de antes. No tenemos cosechas por lo que la comercialización no fue un problema”, dijo.
Los perjuicios causados por la avispilla están siendo mucho mayores que los del covid-19, si bien el avance de la plaga podría estar siendo frenado por las sueltas de Torymus sinensis. Dirigidas por la Consellería do Medio Rural, la Dirección General de Planificación y Ordenación Forestal programó sueltas de 1,6 millones de individuos del insecto depredador en las cuatro provincias gallegas. Comenzaron durante el abril y la partida destinada a su realización supera los 2,2 millones de euros.
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