Los empresarios sobreviven por la obra civil y las rehabilitaciones, asegura la Asociación Aeva

Ningún promotor de O Barco solicitó licencias en este año

Obra paralizada en el centro de O Barco. (Foto: Luis Blanco)
La construcción de viviendas de O Barco está a cero. Los trabajos de obra licitada en años anteriores son las excepción a la práctica paralización del sector en un Concello, cuyos servicios técnicos no autorizaron la construcción de ninguna casa, bien sea unifamiliar, bien se trate de un edificio de pisos, hasta el día de ayer. Eso sí, en las dependencias municipales apuran los trámites de las tres solicitudes de permiso para cimentar tres chalés. En cuanto a los bloques de viviendas, desde el año pasado no entra ninguna petición de permiso.
Javier Rodríguez Paradelo, presidente de la Asociación Empresarial de Valdeorras 'Aeva' y también empresario del sector de la construcción, confirmó la parálisis de la actividad. Afirma que, en estos momentos, las empresas sobreviven a base de la ejecución de proyectos de obra civil o por la rehabilitación de casas.

Este constructor barquense, al igual que el resto del sector, tiene puesta la mirada en el sector de la pizarra. Muchos de los 2.600 trabajadores de las canteras vive en la comarca y la actividad inició su lenta recuperación, como demuestran las exportaciones de pizarra de los ocho primeros meses, 176,5 millones de euros, por encima de los 165,8 del ejercicio anterior. Aún queda mucho camino para volver a los números anteriores al frenazo de la economía, pero la patronal descarta el peligro de un retroceso.

'Nosotros vivimos de los trabajadores de la pizarra. Cuando estén seguros de la tendencia a mejorar, volverán a invertir', explica Javier Rodríguez. Es más, advierte que en la villa ya se aprecia un tímido interés por la adquisición de vivienda nueva. Poco a poco, los particulares vuelven a preguntar por las condiciones de venta de los pisos, demanda que frena una más que difícil financiación. 'Los promotores se quejan de que los bancos no dan créditos a las familias. Es más, los propios establecimientos bancarios ofrecen sus pisos', dijo el presidente de Aeva.

Las arcas municipales también acusan el parón de la actividad. Los 600.000 euros del Impuesto de Construcciones del 2008, se quedaron en 300.000 un año después, bajando hasta los 240.000 la partida de este año. El dato lo ofreció el alcalde, Alfredo García Rodríguez, quien confirmá que hoy en día sólo hay 'obra pequeña'.



Aumentan los parados que piden empleo en Cáritas

El parón de la construcción se ha traducido en un aumento del desempleo. Sus parados se suman a los de la pizarra, sector que perdió 800 empleos durante la crisis, pero que consolidó las plantillas actuales, según las estimaciones empresariales. Muchos desempleados de las constructoras son trabajadores que llegaron de otras comarcas y de Portugal para trabajar en subcontratas de empresas foráneas y que se quedaron a vivir en la villa.

Un grupo importante de ellos parece estar detrás del aumento de peticiones de ayuda que registró Cáritas Interparroquial de O Barco. Su presidente, Julio Mourelo Fulgueral, apunta que en todo el 2009, cinco personas recabaron el apoyo de la ONG para encontrar empleo. Este año ya son 59 los que solicitaron este tipo de ayuda. En los 10 primeros meses del año, Cáritas barquense ayudó a 769 familias y 733 transeúntes, lo que supone 47 y 82 altas en comparación con el año anterior, respectivamente, según los datos facilitados por la trabajadora social, Isabel Álvarez.

A su vez, Julio Mourelo añade que no hace mucho, las familias acudían a buscar alimentos del banco de Cáritas. La crisis agravó la situación y muchos buscan colaboración para pagar el alquiler. 'Hay familias que estuvieron seis meses con la luz cortada. Ahora viene gente de un nivel de vida medio', dijo.

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