La presa de Prada (A Veiga) es la primera de la provincia dotada con sistemas de seguridad adaptados a la normativa europea, cuyas disposiciones fueron recogidas por el Gobierno central en la Ley Orgánica 15/1999. Este papel pionero fue destacado ayer por el jefe de Protección Civil de Ourense, Jorge Llorente Vázquez, durante las pruebas que se desarrollaron ayer, ante representantes de la Subdelegación del Gobierno y de Endesa, propietaria de la central.
La normativa es obligatoria para las 50 presas de los ríos ourensanos. Todas ellas pertenecen a la categoría A, que las incluye entre las más peligrosas, atendiendo a la gravedad de los daños que su rotura causaría en la fauna y flora, en las viviendas e instalaciones industriales o en las presas ubicadas aguas abajo. Los grupos B y C corresponden a aquéllas que causarían una afección menor.
Las empresas eléctricas también deberán adaptar sus presas a la legalidad, como hizo Endesa en Prada. En la actualidad, Gas Natural Fenosa tramita la aprobación de los planes de emergencias de sus presas en la Dirección general del Agua, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. Una vez que reciba su visto bueno deberá proceder a instalar los equipos necesarios. A su vez, Iberdrola empezará en breve los trabajos de adaptación.
El plan de emergencias en la presa de Prada, construida en 1958 y con una altura de 77 metros, incluyó su dotación con sistemas de comunicaciones por satélite, radio y teléfono. También, la instalación de dos torres con sirenas, que sólo sonarán para avisar a la población de que hay riesgo de rotura.
Las empresas eléctricas también deberán adaptar sus presas a la legalidad, como hizo Endesa en Prada. En la actualidad, Gas Natural Fenosa tramita la aprobación de los planes de emergencias de sus presas en la Dirección general del Agua, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino. Una vez que reciba su visto bueno deberá proceder a instalar los equipos necesarios. A su vez, Iberdrola empezará en breve los trabajos de adaptación.
El plan de emergencias en la presa de Prada, construida en 1958 y con una altura de 77 metros, incluyó su dotación con sistemas de comunicaciones por satélite, radio y teléfono. También, la instalación de dos torres con sirenas, que sólo sonarán para avisar a la población de que hay riesgo de rotura.
