La inclusión de un pueblo de A Veiga, San Fiz, como suelo rústico retrasa el Plan Xeral de Ordenación Municipal. La oposición del PP reclama la consideración de núcleo tradicional. El alcalde socialista afirma que la Ley no contempla esa opción y dice que el borrador fue consensuado con la Xunta.
Los técnicos de la empresa Servicat deberán viajar hasta A Veiga para convencer a los concejales populares e independientes de que su propuesta de Plan Xeral de Ordenación Municipal es la más adecuada. Lo anunció el alcalde socialista, Fernando Fernández, después de que el borrador fuese rechazado por el pleno, con el voto en contra del PP y la abstención independiente.
La negativa a reconocer como núcleo tradicional al pueblo de San Fiz es el principal caballo de batalla de la oposición popular. A su vez, el regidor del PSdeG-PSOE, insiste en que el Plan Xeral está hecho de acuerdo a la legislación actual. Los caprichos no tienen cabida, dijo Fernando Fernández, para después añadir que el borrador está consensuado coa Xunta. También descartó que los vecinos no puedan realizar obras en las construcciones actuales.
El equipo de gobierno había llevado el borrador al pleno hace cuatro meses. En aquella ocasión quedó sobre la mesa para permitir la presentación de alegaciones. Ahora, al no obtener la aprobación inicial, los redactores deberán reunirse con los portavoces de los tres grupos.
La negativa a reconocer como núcleo tradicional al pueblo de San Fiz es el principal caballo de batalla de la oposición popular. A su vez, el regidor del PSdeG-PSOE, insiste en que el Plan Xeral está hecho de acuerdo a la legislación actual. Los caprichos no tienen cabida, dijo Fernando Fernández, para después añadir que el borrador está consensuado coa Xunta. También descartó que los vecinos no puedan realizar obras en las construcciones actuales.
El equipo de gobierno había llevado el borrador al pleno hace cuatro meses. En aquella ocasión quedó sobre la mesa para permitir la presentación de alegaciones. Ahora, al no obtener la aprobación inicial, los redactores deberán reunirse con los portavoces de los tres grupos.
