Está emplazada en A Proba para facilitar los accesos a Cedifil Cored Wire

Una rotonda mejorará el tráfico en O Barco

Inicio del asfaltado de la nueva rotonda de O Barco. (Foto: LUIS BLANCO)
La maquinaria empezó a asfaltar la nueva rotonda de O Barco, construida a la altura del núcleo de A Proba para facilitar el acceso a las nuevas instalaciones de la empresa Cedifil Cored Wire, perteneciente al grupo Cedie (Compañía Electroquímica de Industrias Españolas SA), de Gas Natural Fenosa. En las próximas horas, se aplicará la capa de aglomerado que acerca a su final la remodelación, según explicaron fuentes municipales. Añadieron que, en un plazo de dos semanas, la obra debería estar rematada, permitiendo abrirla al tráfico en su totalidad.
La construcción de la rotonda, iniciada en el último trimestre de 2010, obligó a los conductores a extremar las precauciones al circular por el desvío de la travesía de la N-536. A pesar de ello, este lugar fue escenario de algún que otro accidente, como el vuelco de un todoterreno, que acabó colisionando con un muro.

La rotonda forma parte del proyecto de urbanización que promovió la química, al igual que la construcción de una nueva acera en la avenida de Galicia. Esta obra, que ya está finalizada, separa la vía del futuro parque empresarial que construye la industria. Este proyecto incluyó la colocación de tuberías de abastecimiento y de aguas residuales.

Las nuevas conducciones acercan el final del vertido de aguas residuales en el cauce del Sil. Esta circunstancia fue apuntada ayer por el concejal barquense en funciones Miguel Neira Ojea, quien explicó que el Concello solicitó a la empresa que construyó la rotonda la renovación de las tuberías próximas al pueblo de A Proba. Las deficiencias de estas últimas parecen ser la causa del foco de contaminación y su sustitución debería eliminar el problema. 'O vai facer a mesma empresa. Esa obra resolverá o problema', comentó Miguel Neira. Añadió que desconoce cuándo comenzará la obra, aunque señaló que el plazo de ejecución no es excesivo.

La proximidad a la estación depuradora de aguas residuales de O Barco al punto donde se producen los vertidos, ubicada a apenas 20 metros del recinto, no logra evitar las dificultades que entraña su eliminación.

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