El Concello de A Rúa aplicará todas las medidas a su alcance para frenar el vandalismo. Lo anunció ayer el alcalde popular, Avelino García Ferradal, quien pretende instalar cámaras de vigilancia en lugares problemáticos y aumentar la vigilancia de la Policía Local a los fines de semana.
Los destrozos causados por los gamberros en las últimas semanas colmaron la paciencia del Concello. En cuestión de días, personas desconocidas entraron por segunda vez en las piscinas municipales, dañaron el parque infantil de Fontei, volcaron las macetas de la calle de Miguel de Cervantes o quemaron palés en la grada del antiguo campo de fútbol. No son las únicas agresiones que viene acusando el Concello, que hace varios meses se vio obligado a guardar las bicicletas del servicio de alquiler a causa de los destrozos que les ocasionaron.
Para contrarrestar estas acciones, el alcalde analiza el coste económico que supondrá ampliar la vigilancia de la Policía Local a las noches de viernes y sábados de todo el año. La medida ya fue aplicada, aunque de forma experimental, durante los meses de julio y agosto y redujo los ataques al mobiliario urbano y a los bienes públicos.
Además, Avelino García retomó un proyecto que había aparcado: la instalación de cámaras de seguridad. Pretende instalar cuatro: en las piscinas municipales, O Aguillón, el parque infantil de Fontei y la calle Miguel de Cervantes.
Para contrarrestar estas acciones, el alcalde analiza el coste económico que supondrá ampliar la vigilancia de la Policía Local a las noches de viernes y sábados de todo el año. La medida ya fue aplicada, aunque de forma experimental, durante los meses de julio y agosto y redujo los ataques al mobiliario urbano y a los bienes públicos.
Además, Avelino García retomó un proyecto que había aparcado: la instalación de cámaras de seguridad. Pretende instalar cuatro: en las piscinas municipales, O Aguillón, el parque infantil de Fontei y la calle Miguel de Cervantes.
