El sector de la castaña, en alerta por la merma del fruto

Los comercializadores de castaña del oriente provincial se están encontrando con un serio problema de pérdida de calidad en el fruto. Los efectos de la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus) en el árbol, sumados a los del hongo Cryphonectria parasitica, los del cambio climático y la falta de profesionalización de buena parte del sector están provocando serias complicaciones a la hora de su comercialización. Los problemas de calidad, que difieren de una variedad a otra, fueron apuntados por el valdeorrés Juan Fernández, presidente de la Red Estatal del Castaño y de Proagrosilga (Produtores e Exportadores de Produtos Agrosilvestres de Galicia) y confirmados por el empresario barquense Francisco Barredo. “Tenemos un problema de calidad y grande, además del de los kilos”, comentó Juan Fernández. Explicó que en Galicia el sector de la castaña no está profesionalizado, como sucede en otros lugares. “Hay zonas donde le dan productos al árbol e incluso instalan riego por goteo”, añadió. Mientras, en la gran mayoría de los sotos gallegos las labores apenas pasan de la poda y la limpieza del terreno días antes de la recogida del fruto. El problema es grave y de difícil solución, en buena medida como consecuencia de la reducida extensión de los sotos, que hace muy difícil la mecanización de los trabajos y muy costosa la aplicación de fungicidas. Francisco Barredo indicó que esta merma de la calidad adquirió gravedad hace un par de años, pero mostró su confianza en que vuelva a recuperarse. En primer lugar, gracias a la utilización del Torymus sinensis en la lucha biológica contra la avispilla. “Estamos en el pico de la plaga, después irá remitiendo durante cuatro o cinco años”, explicó. Más difícil solución tienen los efectos del cambio climático, pero los productores sí pueden contrarrestar los del hongo, aunque para conseguirlo deberán recurrir a los fungicidas. “Hay que mentalizar a la gente, pues así, la cosecha no sería de baja calidad”, indicó. Explicó que desde hace un par de años, aunque los árboles tienen erizos, guardan dentro menos fruto: “El árbol está asfixiado”. El problema no es exclusivo de Galicia, si bien hay zonas donde el problema tiene menos incidencia, como Extremadura, donde la plaga de la avispilla del castaño aún está empezando a hacerse sentir, o Portugal. En el país vecino hay grandes productores de castaña que trabajan sotos extensos y no dudan en fumigarlos para combatir al hongo. A pesar de todo, Francisco Barredo tiene claro que el sector volverá a la normalidad: “Tiene que recuperarse”, subrayó.