El sector ganadero de Valdeorras reclama medidas para frenar al lobo

Los últimos ataques del lobo a reses que pastaban en zonas próximas a los pueblos de Larouco y Freixido (Larouco) hicieron saltar las alarmas en el sector primario, los ganaderos reclaman medidas encaminadas a controlar la población de esta especie. Recuerdan que en la segunda localidad citada, Freixido, los lobos mataron 7 de las 10 ovejas de un ganadero, y que en Ovidra Sociedad Cooperativa Galega, entidad con sede en Chandrexa de Queixa y que posee aproximadamente 900 reses, ya son 67 las cabezas que echan en falta en lo que va de año. En 2022 fueron más de un centenar las reses que perdieron. “Se non fosen atacadas polo lobo, acabarían aparecendo”, apuntaron fuentes de este colectivo.

Las indemnizaciones no dan para mucho. Con cuantías que oscilan entre los 25 euros para las ovejas mayores de 6 años y los 70 si aún no los tienen, “non dan nin para cubrir os gastos”, comentó Pedro Rodríguez Parente, presidente de Agrogandeira do Macizo Central (Agromacen). Esta asociación agrupa a aproximadamente 400 productores de la provincia y a lo largo de 2023 tramitó 87 solicitudes de indemnizaciones por daños causados por el lobo.

Extensión

Los quebraderos de cabeza de los productores no acaban con el ingreso de las indemnizaciones. Un buen número de explotaciones del Macizo Central tienen el ganado en régimen extensivo, pastando por extensiones muy amplias. Esta circunstancia hace que en no pocas ocasiones, las reses que son atacadas por los lobos desaparezcan sin dejar rastro, lo que se traduce en sanciones por no poder justificar las bajas de los animales. Solo Ovidra abonó 600 euros por esto.

Estos son los argumentos que utiliza Agromacen para reclamar la adopción de medidas para resolver este problema. No es sencillo. La Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda recuerda que las batidas de caza de esta especie no están autorizadas desde que dejó de ser cinegética al ser incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lerspe), en septiembre de 2021.

La Administración autonómica añade que, como consecuencia de esta prohibición de las batidas, los daños causados por el lobo solo pueden afrontarse con las indemnizaciones anuales de la Xunta o solicitando las ayudas destinadas a financiar las medidas contempladas en las órdenes de prevención de daños, como pastores eléctricos, vallados, perros o la contratación de personas para cuidar el ganado.

Esta opción no convence a Pedro Rodríguez, quien apunta que otras comunidades autónomas estudian medidas para afrontar el problema del lobo. Son los casos de Cantabria, Asturias y Castilla y León. “Os representantes institucionais de Galicia deben dar unha solución. Non podemos seguir aguantando os danos. É un problema moi grave. O gandeiro non pode manter unha especie”.

Temor a daños personales

A las pérdidas económicas que el lobo causa a las explotaciones ganaderas en extensivo hay que añadir la preocupación derivada de unos ataques a reses que cada vez realiza a menos distancia de las casas y a plena luz del día. En Freixido, Borja Arias, el propietario de las ovejas muertas por el lobo, afirmó que la “os lobos xa non teñen medo da xente, e hai nenos. Xa é algo perigoso”. A este respecto, el portavoz de Agromacen mostró su preocupación ante la posibilidad de que “non tomarán decisións ata que ocurra unha desgracia. Temos que reaccionar a tempo e tomar decisións drásticas”.

Por último, Pedro Rodríguez invitó a los “comités de expertos” a que tomen en consideración la opinión de las asociaciones y la gente del medio rural, pues “son as que están na rúa e poden aportar solucións”.