La superficie del viñedo de godello en Valdeorras se duplicó en diez años

Los vinos de la Denominación de Orixe Valdeorras están de moda y, particularmente, uno: el godello. El reconocimiento internacional de estos caldos es cada vez mayor, y de ello son conscientes las 43 bodegas de la D. O., como refleja el fuerte aumento de la superficie de viñedo dedicada a la uva que les da nombre, duplicando la de hace una década. En la campaña 2012-2013, la superficie dedicada al godello en la D. O. era de 306 hectáreas. Diez años después, es más del doble y alcanza las 616 hectáreas, o lo que es lo mismo creció un 101,3 %, según los datos que facilitó el Consello Regulador da D. O. Valdeorras. Este fuerte incremento de la extensión de este viñedo es consecuencia del bum del godello y busca satisfacer el aumento de la demanda de un blanco que llevó a los caldos valdeorreses a obtener premios en la práctica totalidad de concursos donde son catados. Lo demuestra el noveno puesto del ranking nacional que concedió a la D. O. la Guía Peñín 2024. La superficie total de los viñedos inscritos también aumentó. Pasó de 1.143 hectáreas contabilizadas en el año vitivinícola 2012-2013 a las 1.171 del actual, reflejando un incremento mucho menor: apenas 28 hectáreas (0,02 %). El presidente del Consello Regulador valdeorrés, José Ramón Rodríguez Castellanos, valoró muy favorablemente los datos. “Que se haya duplicado el número de hectáreas de godello plantadas en sólo 10 años demuestra que nuestros viticultores y bodegueros hace ya muchos años que han decidido apostar por la calidad y la proesionalidad”, dijo, para continuar considerando que la uva godello, “una variedad excepcional que conseguimos recuperar en nuestra comarca, es la base de uno de los vinos más demandados por los consumidores a día de hoy”. Rodríguez relacionó el éxito del godello con “nuestros suelos y nuestro clima, que le aportan a esta variedad unas cualidades únicas, como demuestra el cada vez mayor número de reconocimientos internacionales que están consiguiendo nuestros godellos”. Finalizó estimando que el bum continuará y, “seguramente, la superficie plantada e esta variedad continuará aumentando en los próximos años”. El bum del godello está sirviendo de freno para un serio problema que acusaba el sector vitivinícola en Valdeorras: el abandono del viñedo cuando sus propietarios lo dejaban de trabajar por su edad avanzada y sus descendientes rechazaban la opción de trabajarlo. Siguen dándose casos de estos, pero también aumentó el número de operaciones realizadas con las viñas. Según apuntaron fuentes del sector en O Barco de Valdeorras. Indicaron que un buen número de productores buscan aumentar la producción, arrancando unas cepas viejas que antes eran dejadas “a monte” y plantando godello en su lugar. En O Barco se están dando casos de propietarios de viñas que optan por cambiarlas por otras de sus vecinos, con el único objetivo de unificar los terrenos y así conseguir su optimización y posibilitar el empleo de maquinaria. “La gente concentra parcelas, hay cambios entre los vecinos para mecanizar las viñas”, comentaron esas mismas fuentes. Estos movimientos vuelven rentables unas viñas que antes de la unificación estaban diseminadas duplicando los costes. Eso sí, en el sector también abogan por conservar las otras variedades de uva, pues “las modas pasan”.