Tímido inicio de la campaña micológica en la provincia de Ourense por falta de agua

Las pocas lluvias caídas durante el verano, con apenas un par de tormentas, marcaron el “tímido” inicio de la campaña de recogida de setas. Los expertos ourensanos consultados coinciden en señalar que únicamente puede encontrarse algún que otro ejemplar debido a la sequedad del suelo.

“El inicio de la temporada fue muy tímido y, si no llueve, tendremos una campaña muy mala. Otros años hubo más tormentas y en el inicio de septiembre ya aparecían cosas”, comentó Alejandro Mínguez, secretario de la asociación micológica de Celanova y miembro del Grupo Micolóxico Galego. Explicó que en la salida al campo que realizó este fin de semana apenas encontró algún ejemplar de Macrolepiota procera “choupín” y Boletus sin valor. Así las cosas, los amantes de la Micología de la zona de Celanova están “a la espera de que llueva”, según comentó.

Desde la asociación micológica ourensana Cogordos, José Luis Rico comentó: “Aquí no hay nada”. Inmediatamente, añadió que en los montes de Coles, por los que paseó el sábado pasado, “non hai nada. Está todo seco”. En sus explicaciones expuso dos condicionantes para la aparición de las setas. Por un lado, que la humedad supere el 70 % y que la temperatura oscile entre los 15 y 25 grados. “Hoy tenemos un calor excesivo”, apuntó.

Previsión de lluvias

Rico mostró su confianza en que las lluvias anunciadas para el jueves y el inicio de la semana próxima permitan que el agua penetre el suelo, favoreciendo que en un plazo aproximado de 10 días ya puedan recogerse setas en cierta cantidad. Recordó que la campaña del año pasado no arrancó hasta dos semanas después de las lluvias de finales de agosto. “Hai que esperar”, aconsejó.

Otro buen aficionado a la Micología, este de O Barco de Valdeorras, Juan Grande, aseguró: “Aún no cogí el coche. Hasta que no llueva es una tontería. Está todo seco. Tendría que llover y pasar unos días”. En este sentido, expuso que, dadas las condiciones actuales “se puede coger una seta donde otros años cogíamos una cesta”. Explicó que sí se podría coger algún que otro choupín en los montes situados a mayor altitud, donde hay más humedad, como sucede en ciertas zonas de A Veiga.

La última intoxicación mortal por ingerir setas tóxicas fue en 2020

La escasez de setas no impide a los micólogos lanzar una nueva invitación a la precaución a todos aquellos que se deciden a echarse al monte en su busca sin tener unos conocimientos básicos de Micología. “Hay setas tóxicas y mortales”, insistió Alejandro Mínguez, quien explicó inmediatamente que todos los años se dan casos de intoxicaciones provocadas por las setas, recibiendo no pocas consultas por esa causa.

La última muerte por ingerir setas tóxicas data de 2020, fue un jubilado de 81 años y vecino de Vigo tras comerlas en un pueblo de Quintela de Leirado. Fallecía en el mes de noviembre, y su esposa ingresaba en un hospital ourensano, aunque sin que su vida peligrase, tras ingerirlas.

El fallecido, que pasaba largas temporadas en el citado municipio, solía salir a buscar setas con su mujer, llamando a los servicios sanitarios al sentirse indispuestos tras cenarlas. Sin embargo, todos los esfuerzos de los equipos de Urgencias fueron inútiles

Son siete las setas tóxicas que pueden verse en la provincia: Amanita phalloides, Amanita muscaria, Paxillus involutus, Lepiota brunneoincarnata, Amanita pantherina, Galerina marginata, Amanita verna y Cortinarius orellanus.