Las precipitaciones de lluvia, y especialmente, las tormentas de agosto y septiembre, condicionaron la temporada micológica en la provincia. Un entendido barquense, Juan Grande, comentó este miércoles que la campaña se está dando "mal. Salieron lepiotas y setas de chopo (Agrocybe aegerita), al calentar el sol", explicó.
Insistió en que el año no es bueno para los valdeorreses aficionados a las setas y que hay que esperar a las próximas lluvias para que comiencen a salir los níscalos y boletus.
Un rues afincado en Lugo, Julián Alonso Díaz, presidente de la Sociedade Micolóxica Lucus, explicó que la escasez de precipitaciones provocó que el número de ejemplares recogidos sea escaso. En todo caso, matizó que el año se desarrolla de forma irregular.
"É a falta de auga, anque todavía pode cambiar. De momento, hai pouca cousa, mais para a semana dan auga", explicó.
Seguidamente, apuntó que entre las variedades que pueden encontrarse por el monte sobresalen los champiñones silvestres y las macrolepiotas.
La situación cambia mucho en otras zonas. José Luis Rico, presidente de la Asociación Micológica Os Cogordos, aseguró que en comarcas como la ourensana o la zona de A Mezquita, los aficionados a las setas están recogiendo cantidades importantes.
"Boletus y macrolepiotas hai a montóns. Cando hai brotes grandes, aparecen en calquera sitio", dijo José Luis Rico. Atribuyó esta diferencia de resultados entre unas zonas y otras a las condiciones meteorológicas. "É polas tormentas de agosto e setembro. Onde descargou, empapou a terra", dijo.
