Tributo del cine en O Barco al historiador Castro Voces
La Semana do Cine barquense le dedica hoy la “Butaca de Honra” de la presente edición
Cada año por estas fechas, en O Barco de Valdeorras el séptimo arte se convierte en una gran fuente de entretenimiento y cultura con la llegada de la Semana do Cine. En gran parte es gracias al esfuerzo de José María Rodríguez Ramos. A sus 70 años, sigue siendo una figura importante por su dedicación al Cine Club Groucho Marx, del que es gerente.
Con una experiencia que abarca desde ser dueño de cines hasta su reciente participación en el corto “Dragón Blanco”, José María Rodríguez hace balance de la 33ª Semana do Cine, que este viernes tiene su punto álgido con el descubrimiento de la “Butaca de Honra”, dedicada a Antonio Castro Voces, historiador de Quereño (Rubiá) fallecido a principios de año.
Este homenaje al historiador y miembro del Cine Club Groucho Marx será uno de los momentos más emotivos del evento. La “Butaca de Honra” de esta edición le fue dedicada en reconocimiento a su contribución a la cultura valdeorresa. “Todos los años ponemos una butaca a todo aquel que haya aportado cosas a la cultura valdeorresa”, explica Rodríguez Ramos.
Perseverancia y superación
Para el responsable del Groucho Marx, Castro Voces fue un ejemplo de perseverancia y superación tras un accidente que lo postró en una silla de ruedas el resto de su vida. También reconoció el impacto que tuvo en su vida y en la de muchos otros afirmando que el discurso de este viernes estará marcado por el Antonio Castro del instituto: “Ya tenía una personalidad que tendría de adulto”, dice.
Rodríguez Ramos hace balance de la edición de este año admitiendo la ha vivido con una mezcla de decepción, cabreo y satisfacción. A todo esto se une la baja asistencia de niños al cine. “Ni siquiera le busco explicación”, añade.
Pero no todo es negativo. “Estoy contento porque hay cosas que salieron muy bien y otras que, cuando acabe esta edición, saldrán mejor”, comenta con optimismo, aunque señala que el éxito económico del evento dependerá del fin de semana, cuando espera cubrir lo que cuesta la organización.
La Semana do Cine de este año estuvo marcada por el estreno de “Dragón Blanco”, un corto en el que José María Rodríguez no solo estuvo involucrado, ya que también fue su debut delante de las cámaras. “Al tener parte del rodaje en Valdeorras, generó expectativas, aunque yo esperaba más gente”, comenta. También recalca que no pregunta a los asistentes si les gusta o no. “Cuando la gente se queda a verlo después de las proyecciones se sorprende”, afirma.
Delante de la pantalla
Para alguien que pasó su vida “detrás de la pantalla”, estar delante fue una experiencia reveladora. “Salí de la pantalla para poder decir que ese no era yo”, dice entre risas. Con 33 ediciones a cuestas, la Semana do Cine es un testimonio del compromiso de la localidad con el séptimo arte. “Espero que siga”, afirma, aunque no sin cierta preocupación. La tradición ha sobrevivido a paréntesis por obras, motivos políticos e incluso al cierre temporal de los cines locales. Desde que el Teatro Lauro Olmo se convirtió en el nuevo hogar de las proyecciones, el cine tuvo una continuidad que José María espera mantener, consciente del paso del tiempo. “Siempre digo que va a ser la última porque tengo 70 años y llevo así desde el 71”, comenta.
La conversación con José María es un recordatorio de la importancia de la cultura en sitios como O Barco, y del papel fundamental que personas como él juegan en mantenerla viva. A pesar de los desafíos, su amor por el cine y su compromiso con la cultura relacionada con el séptimo arte hace pensar que la Semana do Cine seguirá siendo una cita ineludible.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
Lo último
ESQUELAS DE OURENSE
Las esquelas de este domingo, 21 de diciembre, en Ourense
EN CONFIANZA
Carlota Cao, doble premio por su joyería artística
Jaime Noguerol
EL ÁNGULO INVERSO
La mirada sabia del barman