Los investigadores de Sputnik Labrego podrán regresar al yacimiento arqueológico de Valencia do Sil después del verano, el próximo mes de septiembre. Lo anunció el alcalde de Vilamartín de Valdeorras, Enrique Álvarez Barreiro, quien apuntó que el borrador del presupuesto municipal incluye una 19.000 euros para los trabajos.
El alcalde indicó que la prioridad será aplicar medidas de protección para impedir que los restos sufran daños y es que en los últimos días, durante el periodo de confinamiento declarado por el covid-19, el Concello detectó la presencia de visitantes en el yacimiento arqueológico. "Alguna gente se acercó", explicó el regidor. Añadió que su presencia fue informada a la Guardia Civil al objeto de impedir que dañasen este lugar.
"Mentres non haxa protección non podemos abrir as portas. Despois de que a Universidade realice as prospeccións, o seguinte paso sereá protexer o xacemento. A continuación abrirase", dijo Enrique Álvarez.
El regidor confía en que los restos de las construcciones romanas de Valencia do Sil puedan captar visitantes para el Concello en un futuro no lejano, si bien, antes aguardará a conocer el resultado de los trabajos que los arqueólogos iniciaron a mediados del año pasado. "Primeiro, que nos digan o que temos aí", explicó.
Durante el confinamiento fue detectada la presencia de personas en el yacimiento arqueológico
La investigación arqueológica fue realizada por Sputnik Labrego y contó con importantes apoyos: Concello de Vilamartín, Universidad de Santiago de Compostela, Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Ciencias del Patrimonio, Estela Arqueoloxía, Sincrisis, Instituto de Estudios Valdeorreses y Gipypac.
Según las estimaciones iniciales de los arqueólogos, la investigación acaba de comenzar, pues aún no alcanza el 1 % de las 3,5 hectáreas de terreno sobre el que, según sus cálculos, está asentado el yacimiento. Continuando con sus primeros análisis, las construcciones excavadas datan de los siglos IV y V, coincidiendo con el declive del Imperio Romano.
El lugar ya fue estudiado, en las décadas de 1960 y 1970, por el grupo Os Escarbadores y, antes de la llegada de Sputnik, por el arqueólogo Santiago Ferrer y el responsable de la sección de Arqueología del Instituto de Estudios Valdeorreses, José Fernández.
