Los vecinos recuerdan el accidente que costó la vida a 13 personas, que cumple hoy 35 años

Vilamartín reclama que se retire el autobús siniestrado

Los restos del autobús siniestrado continúan en el mismo lugar al que fueron arrojados, hace 35 años. (Foto: LUIS BLANCO)
A las 14.35 horas del 19 de abril de 1977, el autobús escolar OR-3141 de la Empresa Trives caía desde la antigua carretera N-536 a la vía de la línea de ferrocarril Palencia Coruña, en las inmediaciones de San Miguel de Outeiro (Vilamartín). El accidente, ocurrido hace exactamente 35 años, se cobró la vida de 12 niños y del conductor. Testigo de él son los restos del vehículo que transportaba a los niños al colegio de A Rúa, que cayó desde una altura de 50 metros al romperse la mangueta de una rueda.
En la actualidad, los vecinos consideran que ya sufrieron su presencia durante demasiado tiempo y reclaman su retirada utilizando dos argumentos: acabar con la causa del dolor de la población y eliminar un foco de contaminación, en la orilla del río Sil.

'Canto antes desapareza o 'bicho' mellor. Mentres estea aí lembrará o accidente', dijo el alcalde de Vilamartín, Enrique Álvarez Barreiro. Añadió que su homólogo rues, Avelino García Ferradal, colabora en las gestiones para retirar los restos del autocar y que está a la espera de recibir el permiso de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil.

Hoy, víspera del inicio de las fiestas locales de San Xurxo, la iglesia de Vilamartín acogerá una misa aniversario en recuerdo de las 13 víctimas. La liturgia, que se repite con periodicidad anual desde aquel trágico 1977, comenzará a las 19.00 horas. 'Mi gusto sería oficiar una misa de Gloria. Rezarles para que pidan por nosotros', dijo el sacerdote Eladio Álvarez Álvarez. Recordó que, hace 16 años, cuando llegó a la parroquia vilamartinesa, 'fui con los niños a llevar unos ramos de flores. Fue una tragedia muy gorda. El pueblo de San Miguel de Outeiro quedó diezmado', dijo.


RESCATE

El bodeguero Juan Ares Vicente tenía 27 años cuando ocurrió. Este vilamartinés fue uno de los que participó en el rescate de los heridos (11) de los cuales fueron llevados al Hospital Camino de Santiago, en Ponferrada (León) y 9 a Ourense. 'Axudamos a rescatar a varios rapaces, que foron levados en coches particulares e en ambulancias. Ao final chegaron dúas procedentes de Chaves (Portugal). O accidente aínda segue na mente da xente'.



“Fui en taxi hasta Ourense con 24 fracturas en
las piernas'

Salvador Núñez Guitián tenía 14 años cuando el autobús en el que iba a clase al colegio de A Rúa se salió de la carretera. Un hierro del vehículo le atravesó la pierna derecha, con 17 fracturas. La derecha resultó menos dañada, a pesar de sufrir siete golpes. 'Fui en un taxi a Ourense. Ahora, cuando cambia el tiempo aún noto molestias', dijo. La fecha del 19 de abril de 1977 quedó marcado en la memoria de este hostelero. 'Claro que te acuerdas. Todo el mundo lo recuerda', dijo, antes de apoyar la retirada de los hierros del autobús. '¿Para qué los quieren ahí?'.

“O chófer morreu en Puente, cando nos levaban hacia Ponferrada'

El electricista de automóviles y presidente de la Sociedad de Pesca de Valdeorras, José Manuel Pinto Ribeiro, rompió la cadera, la pelvis y una vértebra en el accidente de Vilamartín, a los 15 años. 'Ao conductor e a min trouxéronnos nun Land Rover ata O Barco e seguimos nun Renault 12 hacia Ponferrada. O conductor -Manuel González Pérez- faleceu en Puente de Domingo Flórez (León)'. En el vehículo también viajaba su hermano, que apenas sufrió heridas al salir despedido por una puerta. Ayer, José Manuel Pinto pedía retirar el vehículo. 'É un mal recordo para o pobo', dijo.

“Quedeime sin amigos e tiven que xogar cos rapaces maiores'

Fernando Bao Rodríguez tenía 11 años cuando ocurrió el accidente, pero no viajaba en el autobús. 'Varios pais puxéronse en folga cando abriu a concentración escolar de O Barco. 'Durante un ano fun a clases particulares', dijo. Sin embargo, no se libró de sus consecuencias. 'Quedeime sin amigos. Tiven que xogar cos maiores', dijo este empresario de Vilamartín. Medio en serio, medio en broma, comentó que el mal tiempo acompaña las fiestas de San Xurxo, que comienzan mañana, desde el fatídico año 1977. Consideró 'unha vergoña' que el autobús continúe en el lugar.

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