La Festa do Chuletón de Garabás desbordó la previsión de asistentes, agotando la carne disponible. La organización ya pudo comprobar el día anterior por el número de reservas que se acabarían los 500 kilos iniciales. Por ese motivo en la mañana de ayer conseguía 60 kilos más, que tampoco fueron suficientes para atender la demanda, quedando algunas personas fuera sin la oportunidad de degustar el chuletón.
La organización ha calculado que en total comieron el chuletón más de 800 personas, un número muy similar al del año 2019.
Son 25 vecinos de la parroquia de Garabás, en Maside, los artífices de esta fiesta gastronómica, que ya ha cumplido 22 años ininterrumpidos de celebración, excepto los dos últimos por causa de la pandemia. Por este motivo, los organizadores desconocían la respuesta del público después del obligado paréntesis, viéndose desbordados por la asistencia y comprobando también la presencia de muchas de las pandillas asiduas en anteriores ediciones.
“Non sabíamos o que pasaría despois de dous anos de pandemia, pero comprobamos que siguen viendo as pandillas de antes, que repiten ano tras ano porque lles gusta o ambiente”, señalan los organizadores. Una parte de los asistentes procede de la parroquia de Garabás y de la comarca de Carballiño, pero también llegaron desde Pontevedra, Vigo, O Porriño, e incluso algún que otro turista de otras comunidades que eligieron esta fiesta gastronómica para celebrar el 25 de xullo.
La carne la encargan directamente en un matadero que realiza el corte de los chuletones de 650 gramos, que prepararon en las parrillas los propios vecinos, acompañados con patatas, pimientos, pan y vino, por el precio de 22 euros.
Pese a la buena organización, no se pudieron evitar las largas colas que formaron los asistentes para recoger las viandas, de las que disfrutaron bajo carpa y contando también con actuación musical.
