Castrelo de Miño rindió homenaje ayer a sus patronos, San Roque y Santa María, y tampoco se olvidó del 'padre Miño', centro neurálgico del turismo deportivo de esta localidad de O Ribeiro y de toda la provincia. Al mediodía, los feligreses de la parroquia salieron de la iglesia de Santa María en procesión, portando las imágenes hasta la orilla iaquierda del cauce, donde esperaban 15 embarcaciones del mismo Castrelo y otros municipios limítrofes, y del personal técnico del Club Náutico.
La comitiva se dirigió río arriba para recorrer una distancia aproximada de un kilómetro y alcanzar los pantalanes de la entidad deportiva, en el barrio de Barral.
Mientras la efigie de Santa María 'viajaba' en una lancha fuera-borda, el San Roque fue más afortunado y estrenó el pequeño catamarán que adquirió el Concello de Castrelo para la organización de rutas por el embalse. Una vez realizado el desembarco, los devotos asistieron a una misa solemne que fue oficiada en el mismo campo de Barral. El alcalde del municipio, Xurxo Rodríguez, comentó que 'esta foi unha iniciativa moi ben acollida pola poboación, xa que as persoas que non subiron ás embarcacións seguiron en todo momento o percorrido por terra'.
GASTRONOMÍA
El acto procesional, si bien es la primera ocasión que se celebra surcando las aguas del embalse del Miño, ya se venía desarrollando para conmemorar las fiestas patronales y la gastronómica denominada 'de paspallás (codorniz) á brasa', que en cada edición gana adeptos para competir con la 'Festa da anguía', ya consolidada en el panorama de eventos culinarios y que este año tuvo lugar durante los días 5, 6 y 7, en el primer fin de semana de agosto.
Mientras la efigie de Santa María 'viajaba' en una lancha fuera-borda, el San Roque fue más afortunado y estrenó el pequeño catamarán que adquirió el Concello de Castrelo para la organización de rutas por el embalse. Una vez realizado el desembarco, los devotos asistieron a una misa solemne que fue oficiada en el mismo campo de Barral. El alcalde del municipio, Xurxo Rodríguez, comentó que 'esta foi unha iniciativa moi ben acollida pola poboación, xa que as persoas que non subiron ás embarcacións seguiron en todo momento o percorrido por terra'.
GASTRONOMÍA
El acto procesional, si bien es la primera ocasión que se celebra surcando las aguas del embalse del Miño, ya se venía desarrollando para conmemorar las fiestas patronales y la gastronómica denominada 'de paspallás (codorniz) á brasa', que en cada edición gana adeptos para competir con la 'Festa da anguía', ya consolidada en el panorama de eventos culinarios y que este año tuvo lugar durante los días 5, 6 y 7, en el primer fin de semana de agosto.
