Las esculturas de La Lechera, O Carrabouxo o de Reverter, están enter las más fotografiadas de la ciudad
Calzado cómodo y una buena cámara de fotos son los mejores compañeros de viaje para aquellos turistas que deciden perderse por las calles de la ciudad. La estatua de La Lechera está acostumbrada a los flashes y es que se trata de uno de los iconos de la ciudad que más llama la atención de los visitantes. Está ubicada en la calle del Paseo y es frecuente ver a familias y a grupos de turistas tomarse una instantánea con la escultura de Ramón Conde, su escultor. "Se trata de una obra costumbrista y con ella pretendía que se recordase un punto donde las lecheras pasaban por la ciudad", comentaba Conde.
Otro de los iconos de la ciudad, también de inspiración de Ramón Conde, es la escultura que rinde homenaje a Antonio Colemán y Estanislao Reverter, dos personalidades del automovilismo ourensano. El monumento se encuentra frente a la entrada principal de la Subdelegación del Gobierno, haciendo esquina con la calle Curros Enríquez. "Es una obra mucho más grande que la de La Lechera. Además tiene el incentivo de que te puedes sentar en medio de los dos y es frecuente que la gente saqué allí sus fotos", comentaba el escultor ourensano.
Tener la posibilidad de observar, aunque sea en bronce, el Renault Alpinche, se convierte en una oportunidad única para los amantes del motor. Además, poder sentarse en medio de los iconos del automovilismo ourensano e inmortalizar el momento se convierte el algo irresistible para los turistas, a los que no le importa hacer cola para fotografiarse. No obstante, para Ramón Conde, la que más éxito ha tenido después de su inauguración ha sido la de La Lechera. "Quizás por ese aire entre soledad y 
cierta inquietud personal que se refleja en su expresión han hecho que se trate de una obra que siempre tuvo un gran tirón entre la gente", comentaba. Ramón Conde recuerda que la aceptación de una obra nunca se puede calibrar pero reconoce el éxito que han tenido ambas construcciones por parte de los turistas como de los vecinos de la ciudad. La Lechera y el monumento a Colemán y Reverter son el punto de encuentro de los viajeros pero no los únicos. Su siguiente parada es el Parque de San Lázaro. Allí se encuentra un alto y delgado Carrabouxo, la escultura del artista César Lombera.
La obra, realizada en el año 2002, da vida al personaje humorístico de Xosé Lois González y que publica La Región. Representa la conciencia y el carácter comprometido de los gallegos con un humor bastante crítico hacia el poder público sin olvidarse en ningún momento de la retranca que los caracteriza. Los turistas se sorprenden de sus dimensiones pero no se trata de impedimento para tomarse una foto a su lado.
