Las palabras de Jorge Dominguez, presidente de la comisión, marcaban el inicio de la XV edición de la “Festa da Vendima” de Punxeiro” .
La plaza de este núcleo de Viana do Bolo, esperaba repleta a que la finalización del pregón marcara el inicio de una ruta vinícola que se extendía hasta bien entrada la noche.
Un total de 18 bodegas, regentadas por los vecinos del lugar, abrían las puertas para presentar su vino y suculentos pinchos a los 2.000 asistentes de este evento.
Participantes de diversos puntos de la península no dudaron en darse cita en esta celebración que, tras un largo recorrido, se ha convertido ya en una fiesta de referencia en el sureste ourensano.
La restauración de Viana do Bolo colgó el cartel de completo durante el fin de semana y la “Festa da Vendima” volvió a reinar en las tierras del Bibei.
Alguna que otra novedad sorprendía a los adeptos de esta celebración, y es que las últimas bodegas de la ruta impresionaban con una gran cantidad de dulces y más de 160 litros de sorbete de limón.
Acompañados de las charangas BBB, Casibailas y Bicoia, dos millares de personas recorrieron las calles de Punxeiro, llenando de diversión el lugar.
Las orquestas Tango y América ponían, con una brillante actuación, el broche final a la celebración. “Sempre é un placer voltar a festas tan magníficas como esta”, explica Éder González, encargado del Grupo América.
Aunque desde la comisión aseguran que cada vez “é máis complexo organizar a celebración”, la recompensa de la gran acogida “merece verdadeiramente a pena”. En unas semanas se agotaron las entradas anticipadas y la venta in situ también llegó a su culmen durante las horas previas a la celebración.
Punxeiro volvió a la normalidad bien entrada la mañana, despidiéndose hasta el próximo año con nuevos adeptos, una energía muy positiva y con la necesidad de una nueva edición.
