María Blanco, contra el cáncer infantil
EN CONFIANZA
María Blanco nació en París, pero tan solo un mes después de su nacimiento se mudó a Castro, una aldea a dos kilómetros de Pobra de Trives, donde se crio y comenzó sus estudios en una pequeña escuela unitaria. Ese solo fue el comienzo de una extensa formación y trayectoria que la convierten en una mujer referente en el campo de la investigación, un ejemplo de que, con esfuerzo, todos podemos llegar donde queramos, sin distinción de género. Inmersa en el desarrollo de la medicina para combatir el cáncer infantil, compagina esta labor con la de docente, divulgadora y, por supuesto, su familia.
Nombre: María Blanco Prieto
Lugar de nacimiento: París.
Profesión: Catedrática de la Universidad de Navarra y Experta para la Comisión Europea en el área de nanomedicina; Es Presidenta de la Sociedad Española de Farmacia Industrial y Galénica (SEFIG, desde el 2020) y Vicepresidenta de la Federación Europea de Ciencia Farmacéutica (EUFEPS, desde el 2021). Pertenece a la Real Academia de Farmacia de Francia y a la Real Academia de Farmacia de Galicia (ambas desde el 2018).
Tiene un curriculum de vértigo en el que suma una extensa formación y experiencia. Y todo comenzó en una escuela unitaria en Castro (A Pobra de Trives).
Nací en París, pero con tan solo un mes me vine para España, donde realicé mis primeros años de formación en una escuela unitaria en la aldea de Castro, de donde es mi madre. Mi padre es de A Pobra de Trives, “fillo do albardeiro”. Con diez años, regresé al país que me vio nacer, y volví a Santiago años después para estudiar Farmacia. Tras finalizar la carrera, regresé a París donde durante cuatro años realicé la tesis doctoral, y, después a Zurich, Suiza, para realizar un postdoctorado en la ETH (Escuela Politécnica Federal de Zurich). Estaba allí cuando contactaron conmigo desde la Universidad de Navarra para montar y reforzar una línea de investigación en nanomedicina nuevas formas de administración de medicamentos. Así que nuevamente hice las maletas y regresé a España.
No dudo de que desde niña siempre fue más de ciencias que de letras…
Siempre de ciencias. Quitando esas dudas de cuando tienes seis años y quieres ser profesora, que es a quien ves como referente... Aunque yo me di cuenta de que quería dedicarme a la investigación ya tarde, al acabar la carrera y durante la tesis doctoral.
Foto familiar de un verano en Galicia hace 20 años.
Como investigadora, está inmersa en un proyecto de nanomedicina para combatir el cáncer infantil.
Sí, es un proyecto que nos apasiona. Cuando una persona tiene cáncer, se trata con quimioterapia, que es muy efectiva pero pero que no distingue entre células sanas y enfermas. Por eso, por ejemplo, se cae el pelo, ya que el tratamiento ataca a todas las células de crecimiento rápido, como las que se concentran en los folículos capilares. Con la nanomedicina lo que intentamos es dirigir el medicamento al tumor, evitando dañar las células sanas. Un ejemplo: si un árbol está enfermo en medio del bosque, para eliminarlo se podría plantar fuego a todo el bosque; el árbol enfermo moriría, pero también lo harían todos los demás. Sin embargo, si logramos plantar fuego a ese único árbol no dañaremos a los árboles sanos que podrá seguir viviendo y creciendo.Reducir las dosis que se deben administrar y la toxicidad del fármaco, es un. factor muy importante sobre todo en niños, que son pacientes especialmente vulnerables
¿Y como logran “engañar” a las células enfermas?
Lo explico con un ejemplo muy gráfico que todos conocemos: el Caballo de Troya. La nanopartícula sería el caballo, los soldados el medicamento, y el castillo a asaltar, el tumor. Si los soldados están fuera del caballo, la puerta del castillo no se abre. Pero si tenemos la astucia de meter los soldados en el caballo, es decir, el fármaco en la nanopartícula, podemos hacer que el castillo (tumor) abra la puerta, una vez dentro las nanopartículas liberan su carga y eliminan las células dañadas.
¿En qué momento está ahora la investigación?
En ratones está funcionando, incluso se llega a inhibir metástasis, pero hay que hacer el salto a humanos, a niños en este caso. Y hacer ensayos clínicos que si ya de por sí son complicados en adultos, en niños mucho más. Para la población adulta hay más de una decena de tratamientos del cáncer basados en la nanotecnología, por ejemplo para tratar el cáncer de ovario o el de mama. Pero en niños, de momento no hay ningún medicamento aprobado basado en nanotecnología. Esperamos que pronto los haya! En todo caso, estamos muy ilusionados con los resultados que estamos obteniendo.
Una financiación esencial que en España se lleva años reclamando un incremento por parte del Estado.
Con la crisis de los últimos años, la financiación en I+D+i se ha recortado muchísimo. España, en comparación con Europa, está muy lejos. En los últimos años, el Estado invirtió 1,2%, mientras que en Europa la cifra media se sitúa en 2% o más de un 3% si se mira a Suecia o Alemania. Tengo la esperanza de que esa inversión aumente para poder seguir avanzando en muchos y muy buenos proyectos. Y también para lograr que investigadores con mucho talento se queden en nuestro país, ya que la mayoría tienen que irse a trabajar al extranjero.
"Tengo la esperanza de que la inversión en I+D+i aumente para seguir avanzando en muchos y muy buenos proyectos"
Además de ser catedrática en la Universidad de Navarra, impartiendo clases para universitarios y como mentora de tesis, hace una labor muy interesante de divulgación entre escolares.
Es una iniciativa que parte sobretodo de la Asociación Española Contra el Cáncer, AECC, con lo que queremos fomentar el interés por la investigación en los más pequeños. Les explicamos de forma sencilla, qué es el cáncer, el concepto de nanomedicina, cómo trabajamos… incluso hacemos nanopartículas con ellos en clase.
Y también la ven como una mujer en el mundo de la investigación, lo que la convierte en un referente para que las niñas se decanten por la ciencia.
Para que haya más mujeres en ciencia hay despertar vocaciones desde edades muy tempranas. La idea es trasmitir a las niñas que hay muchas mujeres que lideran proyectos y equipos de investigación, ya que la mayoría de referentes científicos de los niños son hombres.
Esta semana se aprobaba en el Parlamento gallego por unanimidad la ley para evitar la discriminación de la mujer en la ciencia, un paso más, pero ¿quedan aún mucho por andar en el binomio de mujer y ciencia?
Ese es un paso más y cada vez avanzamos más. Desde un punto de vista académico, las mujeres igualan e incluso superan a los hombres en muchos casos. Sin embargo, a pesar del elevado porcentaje de mujeres en la Universidad, aproximadamente solo 20% son catedráticas.
En mi opinión, puede que se deba al tema de la conciliación. En mi caso, con mi marido, siempre he tenido la ayuda necesaria para mantener el ritmo de trabajo, aún durante la maternidad. Los dos trabajamos; si yo tengo que ir a un congreso mi marido se queda con el niño y si él tiene que viajar por trabajo me quedo yo. Compartimos las tareas y nos apoyamos mutuamente.
"Para que haya más mujeres en ciencia hay despertar vocaciones desde edades muy tempranas"
¿Qué le diría a esas niñas que quieren llegar alto en la ciencia, o en cualquier ámbito?
Esfuerzo, esfuerzo y esfuerzo. Pero no visto como sufrimiento, sino como una meta, una satisfacción de conseguir lo que se propongan. La gran mayoría de cosas que nos hacen disfrutar de la vida requieren una parte de esfuerzo.
Creo que con estas respuestas, puedo afirmar que es optimista ante el acceso de la mujer a la ciencia.
¡Súper optimista!
¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
Una de las cosas que más me gusta es formar a futuros investigadores, ver su evolución. Es muy satisfactorio ver que las personas que has formado están trabajando en lugares destacados llevando a cabo sus propios proyectos. Y ellos recíprocamente son también muy agradecidos. Me gusta pensar que ellos serán mejores que yo.
¿A qué nuevos retos en investigación se afronta?
Con la nanomedicina, buscamos mejorar los tratamientos contra el cáncer en los más pequeños. Para todos es terrible padecer un cáncer, pero en niños, que tienen mucha vida por delante, la toxicidad de la quimioterapia hace que en un futuro puedan aparecer secuelas y otras complicaciones años después de superar la enfermedad. Así que queremos disminuir la toxicidad de la quimioterapia a la hora de combatir los cánceres en niños. Cada vez se avanza más en este sentido.
Y siempre con el nexo de la nanomedicina, y conjuntamente grupos de investigación europeos, estamos también investigando para lograr la recuperación de los cardiomiocitos, las células del corazón, dañados tras un infarto. Lograr que esa parte del corazón no se muera al administrar la nanomedicina correspondiente a las pocas horas del infarto y conseguir la recuperación del tejido dañado. Con la misma terapia y en colaboración con neurólogos estamos trabajando para tratar la Enfermedad de Parkinson, para con la ayuda de estos nuevos sistemas de administración de fármacos poder tratar y recuperar las neuronas dañadas en esta enfermedad.
La colaboración con otros grupos de investigación es fundamental porque cuando se trabaja con otras entidades se avanza más y más rápido.
¿Cómo se puede acercar su trabajo a la sociedad?
Muchas veces los investigadores no sabemos comunicar a la sociedad nuestros avances. Sin embargo, esto está cambiando. Últimamente se está desarrollando una gran labor de divulgación, en colegios, haciendo “ciencia en los bares”, con monólogos, con cine, a través de iniciativas (por cierto, gallega) como “La ciencia es femenino”… lo importante es que el público en general sepa cómo y cuál es nuestro trabajo. Y también que conozca donde va a parar el dinero de sus impuestos, que es dinero público y que financia investigaciones de las que todos un día nos podemos beneficiar.
Si le conceden un deseo para la ciencia en España, ¿qué pediría?
Más financiación, para poder investigar al nivel de otros países europeos y también permitir que investigadores con mucho talento puedan desarrollar su labor en España y no tener que verse abocados a partir al extranjero por falta de financiación.
Con la venia
1. Un libro en la cabecera de su cama
- Te va a parecer una respuesta muy gallega pero "depende" del momento
2. Brindaría por...
- Los que partieron pero están en mi corazón.
3. Cuando se mira al espejo, ve...
- Una persona feliz.
4. Un recuerdo de su niñez.
- Mi abuela materna (mamá Dosinda).
5. Daría con urgencia un premio a...
- Las personas que se sacrifican por la felicidad de los demás.
6. Un lugar para perderse.
- Galicia.
7. Un viaje pendiente.
- Jerusalén.
8. Una manía.
- Morderme una uña cuando me pita el oido izquierdo.
9. Una virtud.
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