El Cáceres, próximo rival del COB: Resurrección a precio de Oro

El 2 de diciembre del ya antiguo 2022, el COB recibía al Cáceres en el Pazo. No hace tanto sobre el papel, pero parece una eternidad si se analiza todo lo que han cambiado ambas escuadras. En los ourensanos, entrenador diferente y nuevos jugadores. En los extremeños, las modificaciones se centraron solo en el plantel, pero fueron muchas y muy relevantes. Y es que el rival mañana de los cobistas salió al mercado con todo. Mejor dicho, nunca dejó de estar en él. Jugadores de pasado ilustre y precio considerable. Una apuesta para conseguir la salvación sí o sí. Con dos victorias seguidas, parece que se han acercado mucho. Es el Cáceres un equipo muy irregular formado por jugadores muy irregulares. Han sacado adelante partidos “feos” a base de calidad individual. Uno de los que ayudó pero no estará mañana es el griego Kostas Vasileiadis, con una pequeña rotura fibrilar en el gemelo. Un buen número de tiros (no demasiado certeros en porcentaje) que se repartirán entre sus compañeros. Muchos le deberían caer a Kenny Hasbrouck. El escolta estadounidense tiene pedrigrí y licencia para lanzar. Promedia 15 puntos por partido. Por fuera, Bracey debutó precisamente en Ourense casi al bajar del avión. Se ha ido asentando en un papel más secundario. Toledo trata de aportar equilibrio como alero. Los bases combinan la juventud y ganas de Pablo Sánchez con la veteranía y saber estar de Dani Rodríguez, en un reparto de minutos que se ha ido igualando en las últimas jornadas. Interiores Y por dentro, Kevin Bercy es la referencia. Por calidad y regularidad. Anota y rebotea siendo el jugador más fiable este curso de los extremeños. A su vera, un Cepukaitis que trata de subir el punto de dureza e intensidad, completados por otro de los que llegó con la temporada empezada, Sasa Borovnjak. De menos a más, el serbio elevó el nivel de una zona que estaba algo desguarnecida. Al frente de todos, un Roberto Blanco plenamente consolidado en el banquillo cacereño, aunque no fue inmune a las dudas y críticas de la afición durante los momentos más complicados de la temporada. No hace tanto de eso. Dos conjuntos que lo han pasado mal y ahora se ven las caras en una situación más desahogada. Les falta rematar la faena y, el partido de mañana, es una ocasión de oro para conseguirlo sin tener que esperar más.