La tercera en tres jornadas para un COB que ya ha ganado jugado bien, regular y hasta mal. En los tres partidos e incluso dentro de cada uno de ellos. Esta vez fue la segunda unidad la que fue clave y sacó del problema a un equipo con dudas y demasiados errores en los tres primeros cuartos, pero explosivo y demoledor en el último. Suficiente para volver a ganar e incluso hacerlo, como ante el Castellón, de nuevo con holgura.
El Clavijo demostró la dureza de esta competición. Lo que cuesta ganar cada partido. En el Pazo supo siempre a lo que jugaba y durante la mayoría de minutos llevó la iniciativa en el marcador y también en el juego. Impecable en la intensidad desde el banquillo a cada uno de sus jugadores y capaz de cortocircuitar a un COB incapaz de hacer dos ataques buenos seguidos. 13 pérdidas en la primera mitad para los de Félix Alonso.
Pero por encima de las dificultades para imponer su juego o para ver aro, el mayor problema para el COB fue la lesión de Justin Turner. El americano se rompió al principio del segundo cuarto y tiene una lesión en el muslo izquierdo que lo podría tener bastantes semanas de baja. Las pruebas médicas dirán el alcance exacto, pero las sensaciones de los servicios médicos del club son pesimistas.
Sin Turner, sin fluidez en la circulación de balón y sin acierto exterior, el COB fue durante tres cuartos a remolque. Con Ivica Radic (14 puntos y 10 rebotes) como único referente y con impulsos de garra de Unai Mendikote o canastas aisladas de Mindaugas Kacinas y Samu Rodríguez como producción. Con muy poquito y con ganas en defensa el COB nunca se fue del partido y esperó su momento. El que le diera el partido o el que inventase su entrenador.
Félix Alonso apostó por Álvaro Palazuelos y Samu Rodríguez para tratar de abrir el campo, por Karamo Jawara para jugar como único “grande” y por Javi López y Adika Peter-McNeilly para dar equilibrio. Y funcionó.
Parcial demoledor
Los primeros ataques del último cuarto fueron de puntería. Todavía arrinconado por la defensa del Clavijo, el COB encontró dos triples sobre la bocina y consecutivos de Palazuelos y Rodríguez para engancharse al partido (47-48). José Luis Pichel trató de pararlo con un tiempo muerto, pero a la salida el COB volvió desatado. Palazuelos completó la remontada con 8 puntos más y Peter-McNeilly y Rodríguez se sumaron al bombardeo hasta llevar el parcial a un 19-0 decisivo y que ponía el Pazo patas arriba (60-48).
Cabrera metió un triple para romper el parcial (60-51), pero no sirvió para nada más. Ahí el COB ya había subido varias marchas la agresividad defensiva y el Clavijo pagaba el esfuerzo físico los 35 minutos anteriores. Solo quedaba la traca final de un partido importante hoy para seguir dando confianza al equipo e ilusionar a un grada cada vez más llena, pero impagable para lo que está por venir.
El COB es líder de la liga, pero sobre todo sigue haciendo granero para el invierno. Ayer ganó un partido que reivindica al fondo de armario de un equipo que tendrá que acostumbrarse a jugar sin su traje de gala.
