El técnico del Tizona elogia a un COB “con mucho equilibrio” y que “con la lesiones en vez de reforzarse ha salido reforzado”
Hoy estarán su familia y varios amigos en la grada. Tomará un café con ellos por la mañana y será lo único distinto a cualquier otro partido. “No puedes romper las rutinas y los hábitos, que para mí son muy importantes, mantener la concentración, pero además tienes que dar ejemplo a los jugadores. Si predicas con unas cosas debes hacer esas mismas cosas”. Y eso que para él es un “partido muy especial. Es donde nací, donde está toda mi familia y es el club que me dio la oportunidad, primero de jugar al baloncesto y después de ser entrenador profesional”.
Será su tercer partido en el banquillo visitante. El primero fue como ayudante en el Tarragona y el segundo al frente del filial del Barcelona. “No señalo partidos en el calendario porque valen todos lo mismo. El derbi con el San Pablo… no tengo ni idea qué día es. Y lo mismo intento transmitirle al equipo, es el ir partido a partido. Luego la vida te demuestra que si miras más allá te equivocas”.
Una idea que traslada a la planificación del partido: “No hacemos nunca un scouting exagerado. Intentamos saber quienes somos, generar una identidad e intentar mejorar las cosas que hacemos, y eso pasa por el trabajo diario. Luego eso está claro que lo intentamos ajustar a las fortalezas y debilidades de cada rival. Si vas introduciendo cosas nuevas en cada partido, ¿cómo el equipo crece? Si introducimos algo es porque pensamos que pueda ser bueno en el medio y en el largo plazo”.
Aunque conoce bien al COB: “No creo que seamos muy distintos. Ha tenido partidos que ha jugado a mucho ritmo. Con números, creo que hay 8 posesiones de diferencia entre ellos y nosotros. Lo que más me gusta del COB es el equilibrio que tiene. Equilibrio defensivo y también equilibrio ofensivo. Aprovechan muy bien todos los recursos que tienen. Además, han tenido dos lesiones muy importantes y no solo no se han reforzado sino que el equipo ha sido reforzado. Eso habla muy bien de como son los jugadores y del trabajo de los entrenadores, que en vez de quejarse lo que han hecho es competir muy bien y salir muy reforzados de esta situación”.
También conoce bien el Pazo y el club de su ciudad: “En Ourense ha habido un cambio radical en la última temporada y se nota en todo y también viendo los partidos. Se nota que hay una calma social. Creo que el entrenador ha hecho mucho para tener esa calma social y el germen está ahí. El entrenador, el equipo, tener jugadores nacionales y que se hable del equipo y no de la directiva es vital. Eso hace que el rendimiento sea mucho mayor que en tiempos muy recientes en los que era imposible tener esa calma social y donde los protagonistas no eran el equipo”.
Solo queda preguntarle por el partido en sí: “Si lo afrontamos pensando solo en el resultado está demostrado que genera un estrés que no es bueno, que no ayuda a que los equipos compitan. Nuestra autoexigencia es ser competitivo, es lo queremos ser. Queremos competir todos los partidos. Contra Estudiantes no lo hicimos, contra el Coruña solo en el último cuarto y el resto, ganando o perdiendo, hemos sido competitivo. Es lo que volveremos a intentar, sabiendo que el COB es muy buen equipo y que es una pista muy complicada”. Un Pazo que seguro le mostrará el cariño que le tiene, pero solo hasta el salto inicial.
“Rodri Seoane ha derribado muros”
No es el único ourensano en el Tizona. Rodri Seoane sigue creciendo de la mano de Ocampo: “No le he dicho nada de este partido porque estaría haciendo una diferenciación. Evidentemente, será especial, es su club y va a jugar delante de sus amigos y de su familia”. Y añade: “Tiene una actitud muy positiva siempre, nunca se rinde. Además, tiene una gran capacidad de trabajo y de mejora. Demuestra que no se deben poner etiquetas, él ha derribado muchos muros”.
