BALONCESTO

Demasiado rival

El COB no pudo aguantar más de tres cuartos el nivel de un Palma candidato al ascenso a la Liga ACB y capaz de anotar 14 triples de 25 intentos

El COB padeció ante el Palma los rigores de sus propias limitaciones y la solvencia de un rival sobrado de talento. La misma historia de la temporada pasada pero con los roles cambiados. Ahora el COB es el que haciendo un muy buen partido compite siempre con la mayoría de los equipos y se queda corto ante de los 'grandes'. El Palma tiene calidad y oficio para aguantar los mejores minutos del rival y gana por agotamiento en el cuarto decisivo. ¿Les suena?

El marcador final engaña. Demasiado castigo para un COB notable en los tres primeros cuartos. Exagerada diferencia cuando durante 32 minutos la igualdad fue máxima.

Extraña sensación de impotencia y a la vez interesante progresión. Nada que ver con los zarandeos sufridos ante Melilla o Breogán. Ayer el COB sí tuvo continuidad y criterio. Supo aguantar y por momentos dominar a un Palma muy acertado y siempre con referentes a los que recurrir.

Rivero fue el mejor de los 21 pero insuficiente frente a un rival con cinco pares que se le acercaron. Primero Uriz, luego Sabonis, más tarde Guillén y al final Alvarado y Durán. Mucha artillería para un COB demasiado distante entre el equipo suficiente que comanda Rivero y el inoperante de Ballesta y Kapelan.

El base suplente no tiene la culpa de los males de su equipo pero cada vez que está pista el COB se queda seco. Si además Kapelan no tiene el día, mejor hacerse el muerto.

Porque a un inicio espectacular de ritmo y acierto siguieron minutos de casi nada. El COB pasó de ganar por 8 (24-16) a perder la delantera en cinco minutos y de competir por el mando en el marcador en el tercer cuarto a amenazar el Palma con romper el partido.

Así es muy complicado siempre e imposible si el contrario ya es superior de por sí. La buena defensa sobre Guillén y los relevos de mano en mano de Barreiro, Rejón o Zamora cayeron en saco roto. El esfuerzo colectivo, ahí sí que no hay distinciones, se diluyó en un último cuarto de impotencia total.

Queda claro que la liga del COB no es la del Palma y que García de Vitoria deberá inventar algo para que su equipo no parezcan dos totalmente distintos en función de quién este al frente de las operaciones. Nada que sorprenda o que no sea justificable.

Lo bueno para los ourensanos es que no hay tiempo para agachar la cabeza. Ahora toca viajar a Barcelona y enfrentarse a un rival antagónico al de ayer. El filial blaugrana tiene argumentos para ganar a cualquiera pero no la consistencia para dar sensación de superioridad haga lo que haga el COB.

Porque ayer el Palma nunca fue peor durante tres cuartos y asustó en el definitivo. Lo que hacían los locales hace unos meses y lo acabaron llevando a la Liga ACB. Quizá ayer el Pazo viese a un rival con el que se vuelva a encontrar la próxima temporada. Pero esa es su guerra. La del COB, seguir mejorando. Y no va por mal camino.

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