Parte de guerra del COB. El equipo de Félix Alonso parece recuperarse del bache de juego y moral sufrido allá por diciembre, cuando equipos como el Lleida les pasaban por encima de forma inclemente.
Buena noticia. Lo malo es que esta mejoría apenas alcanza para competir raspados. Es un “allegro ma non troppo” insuficiente para tumbar al rival. Y si quien visita el Pazo juega concentrado, serio, compacto y dispuesto a devolver uno por uno, ojo por ojo, todos los golpes; ganar y luchar por el premio del playoff resulta imposible.
Tras un primer minuto de cortesía o diplomacia -o economía- hacia Bolong Zheng, se aprecieron los primeros problemas del COB. Con Javi López mermado por problemas físicos, el puesto de base se repartió entre Llorente -más acertado en el tiro que en la dirección-, Adika -con pocos minutos- y Turner, con demasiados.
El Lleida olió pronto la sangre y puso todas las trabas, defensa presionante incluida, para que el equipo de Félix Alonso alcanzase el campo de ataque cansado y aturdido, perdiendo siete balones por el camino. Cierto, los locales no tuvieron un día inspirado en el tiro exterior, a excepción de Llorente en la primera parte y Samu Rodríguez en la segunda. Con un mayor acierto, es posible que el COB no hubiese cedido 13 puntos al descanso.
El Lleida jugó una marcha por encima de los cobistas. Intensa defensa desde la línea de fondo contraria, con rápidas transiciones o contragolpes. Por momentos, no hubo mucha diferencia entre ambos conceptos. Pero también estuvo muy sólido en el juego a medio campo, repartiendo responsabilidad y asumiendo con carácter todos los tiros que impidieron los sucesivos intentos de remontada del COB.
En la primera parte, Hansbrouck y Krutwig, hicieron encaixe de Camariñas con la defensa cobista, por momentos muy mejorada. El primero anotó 14 puntos, con cuatro triples. El segundo, en apariencia torpe y limitado, repartió más juego que todos los bases del partido juntos.
Félix Alonso cambió la estrategia en la segunda parte, manteniendo a Adika de base y alternando a Kacinas y Mendikote en la defensa de Hansbrouck. El “ilerdense’ sólo anotó un punto pero -he aquí la diferencia- el resto de sus compañeros asumieron los tiros: Javi Vega, Villar, Simeunovic, Matulionis, el pesado de Krutwig… Anularon uno tras otro los intentos del COB de rebajar esa distancia permamente de 13 puntos.
A cuatro (53-56) llegó a estar el COB, con ráfagas de Samu Rodríguez, Llorente y un Turner extenuado. Tras cada tiempo muerto, Alonso movía un peón. En cambio, Gerard Encuentra refrescaba los cinco jugadores en pista. Quizá es la diferencia de porqué el Lleida es hoy el tercero de la liga y el COB aspira a ser noveno.
“Éche o que hai”, dicen por aquí. El premio del playoff pasa por ganar la próxima semana en Castellón y esperar la derrota del Betis en Burgos. Y seguir mejorando.
