Victoria enorme del COB. Por el juego mostrado, por la solvencia para la clasificación y por la moral y confianza que dará al vestuario. El equipo ourensano llegó a Menorca debilitado por la baja de tres jugadores y salió de la isla con una sensación de dominio y de fortaleza indiscutible. De equipo bien trabajado, con margen de mejora y confianza plena en lo que está haciendo.
Ganó por aplastamiento. Físico y táctico a un rival que siempre fue un paso por detrás en el marcador y que en los últimos 15 minutos pareció impotente ante la defensa cobista.
Félix Alonso anuló totalmente el juego ofensivo del Menorca con una trabajo sobre Clevin Hannah espectacular. El segundo máximo anotador de la liga acabó con 4 puntos y un 0 de 6 en triples determinante. Sin él, el Menorca nunca jugó cómodo en ataque y a un tanteo bajo el COB siempre estuvo por delante o en partido. A la que aceleraba en ataque abría hueco.
En la primera mitad liquidó al juego interior visitante de un plumazo. Ivica Radic sacó 7 faltas en 20 minutos y limpió del partido a Víctor Arteaga, Joshua Tomaic y a Emil Stoilov. Pero además, por primera vez en la temporada, Romaro Gill subía el nivel saliendo desde el banquillo. La primera mitad del jamaicano fue notable, la segunda sobresaliente. Acabó teniendo un dominio de las zonas abrumador. Tapones, rebotes, juego por encima del aro y un nivel de intimidación que acabó por condicionar todo el juego ofensivo local.
Incluso con alguna decisión arbitral inexplicable y reincidiendo en su habitual problema con los tiros libres (12 de 20 al descanso), el COB nunca se salió del guion de partido. 8 puntos de ventaja al inicio del segundo cuarto (12-20) y 7 nada más empezar el tercero (28-35).
Un parcial de 9 a 0 puso por delante al Menorca (37-35), Alonso refrescó el quinteto y el siguiente acelerón sería clave. El regreso a pista de Gill fue imponente y con el acierto exterior de Samu Rodríguez y la pareja de bases jugando a la vez enlazaron un 4-15 que devolvía la renta al marcador y la seguridad en el juego (41-50).
Quedaba un cuarto por jugar y sería el mejor del COB. Javi López y Sergio Llorente siguieron asumiendo el peso del juego con liderazgo y acierto y atrás Gill encadenaba tapones y tiros cambiados que obligaban al Menorca salirse del sistema una y otra vez. A nueve minutos del final Sanz metió un triple para tratar de agarrarse al partido (46-54), pero fue lo último que anotó su equipo mientras hubo algo que disputar. El COB dejó a su rival casi siete minutos sin anotar una sola canasta. Mindaugas Kacinas hacía buena cada ayuda, Unai Mendikote dominaba el rebote en los dos aros y Gill se sobraba para colapsar la zona en solitario.
ESTO ES UN JODIDO ESCÁNDALO.
— Lalunaesblanca X (@Elsolesamarillo) November 12, 2023
NO HE VISTO ALGO IGUAL EN MI PUTA VIDA EN UNA LIGA PROFESIONAL@COBSAD @BasquetMenorca @CompeticionFEB @PabloRomeroFEB pic.twitter.com/JfH0SI46Ne
Llorente, Adika Peter-McNeilly y Kacinas encadenaban cinco triples casi consecutivos y cuando la defensa los ajustaba Gill jugaba a placer en la zona. La aportación del pívot es, después de la victoria, la mejor noticia para un COB que no ha dejado de crecer desde que empezó la temporada y que sigue sumando “fichajes” sobre la marcha mientras espera a sus lesionados.
En la séptima jornada llegó la quinta victoria, las mismas que la temporada pasada en toda la primera vuelta. Las 12, el objetivo del club están más cerca, pero jugando así este COB no tiene pinta de equipo que vaya a sufrir por la permanencia. Es el equipo más serio e ilusionante de las últimas temporadas y el Pazo ya lo “caló” desde el primer día.
— Lalunaesblanca X (@Elsolesamarillo) November 12, 2023
