El excobista Pedro Rivero, un amigo al mando del enemigo

El técnico del Estudiantes, Pedro Rivero, dando instrucciones durante un tiempo muerto.
photo_camera El técnico del Estudiantes, Pedro Rivero, dando instrucciones durante un tiempo muerto.
El excobista Pedro Rivero dirige al todopoderoso Estudiantes, rival del COB el domingo, con el que busca un ascenso a la ACB tan ansiado como exigido

Pedro Rivero tiene la LEB Oro en el ADN y él está en el ADN de la competición. Primero de corto y ahora de traje al otro lado de la línea. Y el COB, contra el que se mide el domingo, va ligado a su historia. Tres temporadas con la elástica ourensana puesta. En las duras y en las maduras, siendo peso pesado en aquel ascenso a la ACB no consumado que aún, y siempre lo hará, escuece. El segoviano, con pizarra en mano, logró subir a la élite con el Palencia. Pero en verano decidió salir y volver a la liga “dorada” para entrenar al Estudiantes. Un histórico con la máxima urgencia y exigencia. Y en esas está. Segundo en la tabla con el mismo balance que el líder Burgos, al que acaban de superar a domicilio.

 “Sabíamos a lo que veníamos, hay un objetivo único que es el ascenso. Por eso es una temporada peculiar. Es una meta clara, pero ya es el tercer año que el club se la ha fijado y se demuestra que no siempre es fácil de conseguir. Nosotros vamos poco a poco, mejorando e intentando hacer las cosas bien”, analiza Rivero sobre su equipo, que luce con un balance de 12-3 en la tabla.

Una exigencia que se palpa en un Estudiantes que, en las últimas semanas, pasó por una montaña rusa de emociones. “La derrota ante Coruña fue complicada, con una canasta final que aún ahora, viendo el vídeo, no sabemos si entra en tiempo o no. Es pasado. Pero el equipo puede ganar en cualquier pista y se demostró justo después venciendo en Burgos pese a no tener a Francis por lesión y a Carrera por sanción. Los jugadores dieron un paso adelante”, señala.

Y es que en tierras burgalesas, los madrileños demostraron que a veces menos es más. Uno de los principales retos de Rivero es gestionar una plantilla con 12 “titulares” que tienen que repartirse los minutos. “Para un entrenador siempre es más sencillo hacer las rotaciones entre 9 o 10 jugadores. Y para los jugadores siempre es complicado adoptar un rol más secundario en ciertos momentos. Sé que tengo 12 hombres que pueden ser protagonistas. En un partido lo serán unos y en otro, otros”, repasa el excobista.

Bajas

Esas dos mismas bajas las tendrá el domingo ante el COB. Por contra, dispondrá de la frescura y la capacidad ofensiva de Guillem Ferrando, que llegó como refuerzo. Un partido para el que Rivero no quiere relajación. “Será duro. El COB está bien, con siete victorias, recientemente ganó a un muy buen equipo como es el Alicante. Nosotros tenemos que estar pendientes de hacer las cosas bien, de hacer nuestro partido. Es cierto que ellos, fuera de casa, han tenido derrotas abultadas. Pero los motivos solo se saben si estás ahí día a día. Al final son llamativas, pero cuentan lo mismo”, explica el segoviano sobre su próximo rival.

Esta vez le toca ser anfitrión en Madrid. En la segunda vuelta le tocará viajar a un Pazo que conoce bien. “Siempre es bonito. Nunca suelo mirar el calendario más allá de las siguientes tres o cuatro semanas, pero me hará ilusión volver a Ourense, caminar por ese pabellón, por esos pasillos y ver alguna de las fotos en las que hasta aparezco. Incluso si llegamos el día antes, siempre aprovecho para ver a gente en la ciudad”. 

Eso será a finales de marzo. Antes llega la “batalla” en tierras madrileñas, en un imponente WiZink Center, que el Estudiantes ha alternado este año con Magariños, con más historia pero menos majestuoso. “Prefiero jugar en el WiZink. Y los jugadores también. Entiendo el romanticismo que Magariños trae asociado, pero vamos a jugar en una pista donde nuestra afición puede ir en mayor número y siempre se nota”.

Todo en una liga que ya empieza a perfilar sus grupos. Pero Rivero todavía no ve una foto fija. “Los equipos están en el mercado. Las plantillas y la situación pueden cambiar. Sí que hay cuatro o cinco proyectos más grandes, pero siempre en la segunda vuelta cuesta mucho más ganar, especialmente como visitante”.

Palabra de sabio. Pedro Rivero no se olvida del COB ni los cobistas de él. El domingo ese cariño se tomará una pausa. El técnico intentará que se cumplan los pronósticos y los ourensanos que salten por los aires.

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