Después de dos reuniones sin acuerdos, la tercera tentativa de la Federación Española de Baloncesto (FEB) y los clubes de la LEB Oro para completar la temporada sí empieza a vislumbrar un escenario factible.
"En la reunión (...) la Federación y los 18 clubes de LEB Oro han acordado que no haya descensos esta temporada y han avanzado en la fórmula para definir los dos ascensos previstos. La semana próxima se conocerá la solución final", informó la Federación tras una reunión prevista para las doce del mediodía y que finalmente se inició a las cinco de la tarde.
Garantizar la permanencia a los tres últimos clasificados es lo único que ya está sellado, pero no supone ningún avance pues era un punto en el que estuvieron de acuerdo todos los clubes desde la primera reunión. Sí hubo avances en lo realmente importante, los ascensos.
La ACB ha empezado a pronunciarse públicamente, en boca de varios presidentes, asegurando que hará lo posible para impedir que haya ascensos esta temporada. Los clubes de la LEB Oro saben que tendrán de su lado a la FEB y al Consejo Superior de Deportes (CSD) y, a diferencia de años pasados, reclamarán sus plazas. Todavía con voces que preferirían otras opciones, pero en clara minoría.
Tras la reunión de este jueves la postura será conjunta. Sobran los dedos de una mano para contar los equipos que todavía se mantienen en la opción de dar por anulada la competición si esta no se reanuda y la opinión de todos los demás es contundente: si no hay más partidos deben ascender Valladolid y Gipuzkoa. Si la ACB no lo admite habrá demanda.
Una fase final
Pero el principal avance de este jueves siquiera fue ese. La ACB basa su argumento para vetar los ascensos en que la LEB Oro no se ha completado deportivamente. Ese argumento se caerá la semana que viene cuando la FEB y los clubes celebren la cuarta reunión.
La intención, en firme, de la liga es celebrar una fase de ascenso a lo largo del mes de junio y, como fecha máxima, la primera semana de julio. Lo hará si se mantiene el plan de reapertura de las competiciones marcado por el CSD y que también influye a las demás competiciones, incluida la Liga ACB.
En esas fechas no solo están interesados en disputar la fase los equipos que se postularon inicialmente (Gipuzkoa, Valladolid, Coruña y Breogán), si no que ya ascendería considerablemente el listado de competidores. La LEB Oro tiene ahora mismo una hoja de ruta clara. Primero intentará fijar una fase de ascenso a la Liga ACB con incluso ocho equipos inscritos y de ella saldrían las dos plazas de ascenso. De disputarse obligaría a la ACB un "decretazo" complicado de admitir si quiere vetar a los dos ascendidos y que además contaría con el CSD con baza decisiva a favor de los equipos de la segunda categoría.
La sentencia del Supremo del pasado mes de febrero no dejaría margen a la ACB: "El Consejo Superior de Deportes es competente para controlar, en vía de recurso administrativo, los acuerdos adoptados por las Ligas Profesionales sobre la afiliación de clubes de baloncesto profesionales".
Si no se jugase esa fase, la FEB propondrá los ascensos a la ACB para los dos primeros clasificados actualmente de la liga regular y los apoyará en la previsible demanda a la ACB si son bloqueados.
En el momento más crítico de la liga y con un futuro plagado de dudas lo que ha quedado claro, y lo que transmiten los clubes de la liga, es que, por fin, notan el respaldo y la implicación de la FEB con la competición. Por ahora dan forma al final de la temporada actual y después tocará ponerse con la próxima. Y ese es otro dolor de cabeza.
