Los ourensanos echaron de menos a los lesionados Turner y Jawara y tuvieron un mal día en el tiro exterior ante uno de los mejores equipos de la liga
Corto de rotaciones, empezando por ahí. Sin Justin Turner y sin Karamo Jawara, el COB jugó ante el Fuenlabrada sin sus dos jugadores más importantes en ataque, los que multiplican en una plantilla en la que todos suman. Y sin dos relevos imprescindibles. Pero además se quedó corto de acierto. En el triple, en el tiro libre y hasta en la zona. Y así es imposible ganarle a un equipo con tanta calidad como el que visitaba ayer en el Pazo.
Necesitaban los locales un plus de casi todo para nivelar la balanza y nunca consiguieron tener un momento de ebullición que los hiciese creer en la victoria. Lo que no le faltó nunca fueron la intensidad, las ganas y el compromiso. Tampoco el apoyo de un público sensacional y que empieza comprobar, incluso en la derrotas, que esta temporada puede ilusionarse más que sufrir. A poco que la enfermería le deje jugar en igualdad de condiciones habrá que ver cuántos equipos son capaces de volver a ganar en el Ourense.
En el arranque fueron Ivica Radic y Sergio Llorente los que tiraron del COB, pero ya con un 1 de 7 en triples que hacía muy complicado seguir el ritmo anotador del Fuenlabrada (17-23). Y en el segundo cuarto el guion no cambió mucho. Lo que al equipo de Félix Alonso le costaba tres minutos producir y recortar a pico y pala (23-28), el rival lo compensaba con tres ataques consecutivos. Aranitovic (15 puntos al descanso) y McGrew (8) estiraban el chicle a golpe de calidad, esa que se consigue más fácil cuando la billetera es más gorda (23-34). El Fuenlabrada se fue con 7 triples anotados al vestuario y el COB acabó el partido con los mismos. Por mucho que lo intentaba, el equipo local iba siempre con una vuelta de tuerca más en la intensidad y un paso por detrás en la calidad (33-43).
Segunda mitad
Tras el paso por los vestuarios tuvo el COB seis minutos al Fuenlabrada sin meter una canasta en juego y viviendo de dos tiros libres, pero no consiguió nunca el acierto necesario para completar la remontada. Radic falló (casi) todo lo que tiró en la zona, y entre Samu Rodríguez, Mindaugas Kacinas y Adika Peter-McNeilly acumulaban un 1 de 11 en triples.
Tampoco en el tiro libre sacó tajada y se dejó desde la línea casi la mitad de los que lanzó (13 de 22). Y con todo eso el COB se colocó a cuatro (39-43) y no se fue nunca del partido. Incluso con los arreones de Aranitovic y un Mateo Díaz enorme en el triple (6 de 10) peleó hasta el final. Sin tener opciones de victoria, pero exigiendo a uno de los “grandes” de la liga los 40 minutos y arrancando la ovación merecida de una grada que en seis jornadas ya ha visto que este COB es trigo limpio.
Semana larga ahora para recargar las pilas y ver como evolucionan sus lesionados. Salvo milagro ninguno estará para Menorca, pero ahora es cuando cobran valor las cuatro victorias iniciales para un COB que, pase lo que pase, seguirá bien clasificado cuando vuelva a tener todas las piezas.
