EDP urge a Lobios y Entrimo prohibir las visitas a Aceredo

Con indignación y malestar han recibido los alcaldes de Lobios y Entrimo, concellos afectados por el embalse de Lindoso, la comunicación de la empresa EDP instando a vigilar el acceso a los terrenos que antaño ocuparon las aldeas de O Bao, Buscalque, Reloeira y Aceredo y que, especialmente esta última, llevan desde septiembre recibiendo visitantes como consecuencia de la drástica bajada de caudal, actualmente al 14% de su capacidad.

“Es un sinsentido”, declaraba el alcalde de Entrimo, Ramón Alonso, quien ha optado por hacer caso omiso y no contestar a la misiva electrónica. “Eso es una concesión portuguesa, en su momento se hizo una expropiación y no tiene ninguna lógica lo que nos piden. No hemos contestado, porque para llamarles cuatro cosas…”. Quien sí lo ha hecho, previa consulta con los técnicos municipales, ha sido la alcaldesa de Lobios, Marí Carmen Yáñez. “Los terrenos descubiertos son de su propiedad. Ellos sabrán lo que tienen que hacer y vigilar lo que pasa en su propiedad”, traslada la alcaldesa “popular”, quien matizó que “es lo que nos faltaba”.

La empresa EDP declaraba ayer a este periódico que la comunicación, lejos de querer instar una prohibición de acceso a la zona, perseguía solicitar “apoyo y colaboración” a los regidores ourensanos con el objetivo de “sensibilizar a la población para que evite visitar estos lugares”, enfatizaban. “Al mismo tiempo, EDP se está ocupando de la implantación de medidas sobre el terreno que ayuden en este sentido”, apuntaban sin entrar a explicar cuáles son esas acciones.

NIVEL ROJO

Los datos actuales de la situación del embalse arrojan una cuota de 288 metros y una capacidad del 14%, muy por debajo de la media para esas fechas del 60% (según datos del Sistema Nacional de Información de Recursos Hídricos). No es el peor dato, la semana pasada registró su mínimo histórico, 12,7% y 287,16 de cota, tal y como reflejan los datos recopilados desde la estación meteorológica MeteoLobios, desde donde tampoco auguran cambios en la climatología para los próximos días que ayuden a revertir esta situación.

Ante esta situación, no es de extrañar que Alto Lindoso -como se denomina en Portugal al embalse compartido con Ourense- esté en nivel “rojo” en el control de la Agencia Portuguesa do Ambiente (por debajo del 20% de su capacidad). Para la concesionaria, esta situación excepcional y prolongada en el tiempo está ligada al periodo “inusualmente seco” que se está viviendo en la región y que ha provocado una reducción del agua al embalse. “A pesar de los bajos niveles, el embalse siempre ha estado por encima de los niveles mínimos de operación definidos en los contratos de concesión -actualmente se encuentra a unos 9 metros por encima de ese nivel mínimo- y los cuales son monitorizados permanentemente”, enfatizaban desde la concesionaria, que aseguran estar cumpliendo con todas las obligaciones definidas en el contrato de concesión y tomarán las medidas necesarias para que los usos prioritarios del agua estén asegurados.

La gestión de esta masa de agua artificial, enclavada en el territorio natural protegido del Gerês-Xurés, “es una lucha con ellos: por el tema del parque, del paisaje, de la fauna,... y no es por la sequía. Esto ocurre periódicamente cada año en octubre-noviembre, pero ahora no ha llovido como se esperaba”, advertía Ramón Alonso. Yañez Salgado señala diez kilómetros en línea recta, en el cauce del río Home ya íntegramente en territorio luso, donde se encuentra la presa de Vilarinho das Furnas. “Está al 66% de su capacidad, frente al 14% de Lindoso. No es porque llueva más”, dice Yáñez.

Lo que queda del río Limia, visto desde la OU-540 (ÓSCAR PINAL)

Una concesión con cero ingresos y que no cumple con la ley antiincendios

Desde la Confederación Hidrográfica del Miño Sil reiteraron ayer que, desde el punto de vista medioambiental y por su afección a los cauces, desde el Ministerio para la Transición Ecológica están vigilantes de lo que ocurre en Lindoso porque, dentro de sus competencias está, entre otras cuestiones, “el control del estado de las masas de agua y velar por su no deterioro”, si bien recordaban que la estructura de la presa y la explotación está en Portugal y velar porque se cumpla el caudal mínimo corresponde a las autoridades portuguesas.

A raíz de este nuevo episodio, desde Entrimo pedían que se revise esta situación y se compense de alguna manera a los concellos afectados. “El embalse fue un error flagrante para los concellos, ya nada se puede hacer por el desarraigo que supuso para los vecinos o la pérdida de unos terrenos fértiles. Es que encima no tenemos ninguna compensación. Por lo menos cobrar el IBI como sucede en otros sitios con embalses. Lo pedimos siempre y también en la Federación de Asociaciones y Municipios con centrales hidroeléctricas y embalses, y no hay manera. Es una injusticia, una más”, lamenta Alonso quien añade otro problema a su relación con EDP: la falta de limpieza y conservación de aquellos terrenos y edificaciones que fueron expropiados en la zona de influencia del embalse, de los que “tampoco se ocupan, incumpliendo la normativa antiincendios”, concluía Alonso.