POLIDEPORTIVO MUNICIPAL
Bande estrena cubierta sobre su pista de pádel
El agua está -aparentemente- libre de algas y limpia en la zona de la presa de As Conchas, pero un olor a putrefacción hace “insorportable” el día a día a los vecinos del pueblo que da nombre al embalse, en la OU-540 en Lobeira. Tras un verano tranquilo, sin episodios de contaminación por cianobacterias que vivió su boom en 2011, los lugareños han denunciado ante el Seprona una contaminación por ácido sulfhídrico de la que piden que se dé traslado al Juzgado.
El ácido sulfhídrico es un gas incoloro que se origina en la putrefacción de las proteínas y está presente en las aguas sulfurosas. “Este es un grado más de la contaminación. En estos 11 años las administraciones no han hecho nada, el embalse empeora a ritmo escandaloso y esto es la gota que colma el vaso. Es malo para la salud y para el medio ambiente”, dice Pablo Álvarez, presidente de la asociación de vecinos que ha denunciado a la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, a la Consellería de Sanidade y a la empresa concesionaria Naturgy Ibérica por un presunto delito de omisión ambiental y un delito contra el disfrute de la propiedad privada.
Antes de presentar la denuncia, el colectivo vecinal tomó muestras y también descartó que el foco estuviese en una fosa séptica cercana. “Viñeron a revisala e está normal”, dijo Álvarez. El alcalde, Antonio Iglesias, reconocía las molestias y dijo que la problemática va “más allá” de Lobeira, mirando aguas arriba. “Nos sentimos abandonados”, confesaba Merchi Álvarez, que regenta uno de los negocios ubicados en la OU-540, donde también hay un banco y un centro médico. “Persoalmente non nos queda outra que sufrilo. Pero é terrible, non podes estar fóra e aí días que tes que ter as ventás pechadas”.
La Confederación Hidrográfica remarca que no hay bloom de cianobacterias, que lleva en concentración baja todo el año. Con respecto al ácido sulfhídrico, que se genera al estar estratificadas las aguas del embalse y quedarse sin oxígeno la capa inferior, matizan que la solución, oxigenar el fondo o echar agua superficial, o bien no es de fácil aplicación o podría afectar a la vida del embalse. En cualquier caso, aseguran que los organismos de cuenca “no son competentes para medir el sulfhídrico en la atmósfera porque es un gas”, y señalan que debería ser la Xunta la que mida el aire ambiente y determine si existe riesgo y la oportuna comunicación a la empresa gestora.
En Sanidade no constaba ayer denuncia alguna, si bien aseguran que su control se centra en captaciones para consumo humano (no las hay en As Conchas) y de las zonas de baño, cuyas últimas analíticas en Portoquintela (Bande) y O Corgo (Muíños), “son normais”. La empresa concesionaria no quiso hacer valoraciones.
“Esto va más allá del concello, de la comarca. Viene de aguas arriba”.
“Se vive muy mal, es como tener una celulosa. Intentas no hacer vida fuera”
“É horroroso, un perxuizo a nivel persoal e a nivel económico”.
"Xa estivo peor. Hoxe a auga parece limpa, pero é calquera cousa menos san".
Contenido patrocinado
También te puede interesar
POLIDEPORTIVO MUNICIPAL
Bande estrena cubierta sobre su pista de pádel
PARQUE NATURAL DE PENEDA-GERÉS
Drama en Lindoso: un bombero herido en un virulento incendio que llega ya a las casas
Lo último