Disney a ritmo de órgano de Celanova

Tribuna

Alumnos de O Carballiño  descubriendo  la música de órgano en Celanova el pasado día 4.
Alumnos de O Carballiño descubriendo la música de órgano en Celanova el pasado día 4.

Que el teclado de un órgano tiene 56 teclas (el piano 86), que el órgano se compone sobre todo de aire, teclas y tubos que pueden ser graves y agudos, que dentro de la “caja” de un órgano hay tanta vida que puede caber más de una persona, que las notas graves se tocan con los pies, que solo los instrumentos españoles tienen trompetas, que la reverberación es muy importante en un órgano. Estas y algunas cosas más son las que aprendieron los más de 11.000 niños gallegos que en los últimos 11 años asistieron a las clases de órgano que se celebran en el Monasterio de Celanova, una experiencia única en España.

Con el patrocinio de la Xunta y el Ayuntamiento de la villa, la profesora zaragozana Marisol Mendive imparte estas clases que enfrentan a muchos niños por primera vez en su vida al apabullante sonido de un órgano en un lugar tan imponente como el coro alto del Monasterio de Celanova. Durante una hora los niños asisten atentos, participativos y curiosos a los misterios de un instrumento musical imponente, no solo por los sonidos que salen de él, sino también por su belleza, en el caso del de Celanova una caja barroca del XVIII policromada, que recuerda un retablo y fue obra del escultor Castro Canseco.

Este órgano y la profesora Mendive tienen una historia en común. Como le ocurre a muchos de los magníficos órganos que hay en Galicia (19 en la provincia de Ourense), el de Celanova apenas se usaba debido al deterioro que sufría desde hacía años. En el año 2000, el Ayuntamiento tuvo la feliz iniciativa de restaurarlo en Suiza y un año después el prestigioso organista andaluz padre Allarra lo inaguraba en presencia del presidente Fraga.

Alarra convenció a Fraga de que semejante joya no podía dejarse morir y un grupo de amantes de la música de órgano, entre ellos el policía nacional y político socialista Luis García Maña y el guitarrista Tomás Camacho presionaron a la Xunta para que creara en Galicia la primera cátedra de órgano.

Gracias al interés y las presiones de unos y otros, el Conservatorio de Ourense cuenta con la única posibilidad que hay en Galicia de estudiar este instrumento. Marisol Mendive fue la primera profesora en ocupar esa cátedra dando las clases el primer año con un instrumento de su propiedad, porque no había órgano en el Conservatorio. Desde entonces, todos los organistas gallegos, con mayoría de mujeres, se formaron aquí y con ella.

En Celanova la profesora Mendive hace lo posible por acercar la música de órgano a los niños, demostrándoles que no solo se puede tocar en él música sacra sino incluso música de canciones, de películas infantiles de Disney, el “himno de la alegría” solicitado por una niña e, incluso, una maravillosa “negra sombra”.

En estas clases, la apoteosis final se produce cuando los niños aportan sus instrumentos de viento que estudian en el colegio y Marisol Mendive los acompaña con el órgano. En esa ocasión, ella y ellos disfrutan una barbaridad. Por cierto, el próximo 11 de junio hay concierto en Celanova.

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