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TESOROS POR DESCUBRIR
Gomesende se sitúa en tierras de transición entre los valles abiertos del Arnoia y las aguas del cauce del Deva. Entre los aires de Ramirás y las nieblas de Cortegada, en donde la Terra de Celanova comienza a perder su nombre.
A Guía, O Pao, Fustás, Poulo, Sobrado, O Val, Arnoia Seca, Cerdal y O Viso, invitan a los visitantes a jugar a descubrirlos burlando con la mirada distintos horizontes, pues según hacia donde los turistas hagan girar la vista, en cada recorrido del viejo camino real o en cada curva de la actual carretera, este municipio celanovés les regalará paisajes diferentes.
Lugares que generaron economía a raudales, gracias al estaño y al wolframio o al mero paso del río, y que hoy son testigos silenciosos de la ausente presencia de la “Ponte Chancela” o la mina “A Sultana”.
El municipio de Gomesende fue un importante canal de comunicación con Portugal, albergando una de las más importantes vías que comunican el valle del Miño y Celanova con la nación vecina.
El patrimonio de Gomesende tiene como principal atractivo las muestras de arquitectura religiosa, en su mayoría conservadas desde la época medieval.
Entre Gomesende y Ramirás, se esconde una impresionante ruta de senderismo por el curso del río Arnoia. La PR-G 143, de 16,34 km de longitud, tiene como punto de salida y llegada el santuario de Nosa Señora do Val. Un recorrido de dificultad moderada que incluye un tramo del canal hidráulico construido en el siglo XX para desviar el agua del río y producir energía que abastecía a las minas de estaño de Seixosa. Precisamente el pasado minero de esta zona será objeto del nuevo recurso turístico que está diseñando el Concello.
Ubicado en el entorno de la capilla de Santiago, ofrece unas vistas impresionantes.
La Iglesia de Santa María do Pao de Gomesende es una gran construcción barroca de una sola nave y ábside rectangular. Llama la atención la longitud de la nave y la gran altura y robustez de la torre dividida en tres cuerpos. Son curiosas estas grandes dimensiones en una comarca de escasa concentración de habitantes y por ello dan muestra de un pasado mejor, con una mayor población que vivía de la agricultura y de la ganadería.
Junto a la iglesia se encuentra la casa rectoral, que según la tradición fue escenario de la reunión de los reyes Fernando II de Galicia y Alfonso I de Portugal para tratar temas de Estado como los lindes de los reinos. Por supuesto que el edificio actual poco o nada tiene que ver con la construcción en donde presuntamente tuvo lugar esta reunión. El cementerio antiguo se localiza en el atrio y junto a este veremos el nuevo cementerio.
El santuario de Nosa Señora do Val de Poulo que se localiza en este concello ourensano es también denominado Santuario de Trasportela y alberga la iglesia parroquial de O Val.
El santuario de O Val se asienta sobre una vieja iglesia de la que quedan unos muros y unos baños con fuentes termales. Llaman la atención los restos barrocos sin rematar que hoy forman el patio donde se asienta el camposanto. Unas escaleras de caracol suben hasta el muro que quedó a media altura, pues el templo, como bien se aprecia, no fue acabado.
De estilo barroco, destaca en el exterior el doble cimborrio así como su doble linterna en lo alto de las cúpulas. En el interior destaca un retablo labrado en piedra y la imagen de “Nosa Señora do Val de Poulo”.
En Gomesende se localiza uno de los santuarios marianos más venerados del sur de Galicia. Su proximidad a Portugal hace que su devoción se extienda también al norte de este país. El templo, además de santuario, es iglesia parroquial de A Guía y se ubica en un otero de 400 metros de altitud. Actualmente vemos un templo barroco de finales del siglo XVII con numerosas modificaciones posteriores. Su cronología es desvelada por una inscripción de un sillar del ábside que cuenta que la obra fue realizada con donaciones de los devotos en el año 1701. Sin embargo, los sillares que contenían el resto de la inscripción no parecen ya formar parte del conjunto.
Junto a la iglesia y santuario de A Guía de Gomesende existe una muestra de arquitectura popular en forma de once hórreos que combinan madera y granito. Fue restaurado en el año 2009.
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