Los 25 años de Femuro: una gran familia de mujeres rurales

Ya han pasado 25 años desde que se formó la Federación de Mulleres Rurais de Ourense (Femuro), en 1998. Pero su historia se remonta a años atrás. Todo de la mano de mujeres valientes, empoderadas y rurales. Maribel Garrido, Corona Meixeira, Conchi Blanco y Carmen Serrano. Mujeres ourensanas que, para sus tiempos, siempre ensalzaron la figura de la mujer. La rural.

“Antes do 1998 estabamos federadas na Federación de Galicia, pero as mulleres comezaron a queixarse de que cando había reunións en Santiago se botaba alí todo o día. Vimos que xa tiñamos grupos xeitosos en Ribadavia e en Verín, polo que comezamos a darlle voltas a cabeza e decidimos facer unha federación provincial: Femuro”, recuerda Corona Meixeira. “A sede inicial foi Laza, uns anos despois pasou a Verín, e no 2002, máis ou menos logramos ter xente xa traballando”, añade.

Así relataba Meixeira, una de las fundadoras de Femuro, los inicios de esta gran familia. Alrededor de una mesa, acompañada de Jane Liz y Mila Álvarez, ambas trabajadoras de Femuro; María Martínez y Maribí Álvarez, de la directiva de la Federación. Quedaron en la sede verinesa, con muchas ausencias, como la de María Isabel Garrido, su presidenta, quien sigue al pie del cañón en la actividad diaria. Una jornada para el diálogo y los recuerdos, pero también para poner la vista en el futuro.

“Femuro creouse para a promoción da muller rural”, señalan mientras dialogan. Algo que se sigue haciendo, pero completado con programas sociales para otros colectivos, como niños o personas en riesgo de exclusión. “Antes faciamos actividades completamente distintas a agora… Pasamos de cursos de alimentación ou conservación a cursos AFD, de igualdade, oportunidades… Todo depende do tipo de subvencións”, explican las trabajadoras sobre los cambios.

Veinticinco años de alegrías y algún que otro disgusto. Pero por encima de todo, 25 años luchando por el bien común. Unidas. “Son anos que dan para moito, e atendemos a todos os que o precisan, coordinándonos con outras entidades sociais da provincia”. Así, Femuro se centra en dos grandes bloques: proyectos sociales y asociacionismo de mujeres rurales.

Y el asociacionismo es su bandera. “É unha xuntanza, no caso de mulleres rurais, que vivan no rural. Unha forma de aportar ideas, unha cabeza pode ter unha idea, pero moitas poden ter moitas ideas. Se eu teño un problema podo acudir á miña asociación, a outras ou a Femuro”, explica Maribí sobre el asociacionismo, donde Femuro juega el papel de “mamá” de las 60 asociaciones. “Es un orgullo hablar de más de 60 asociaciones, porque hay federaciones gallegas que no llegan a 20 asociaciones, y nosotras somos a nivel provincial”, comenta Mila, orgullosa del trabajo que realiza Femuro. Por ello, animan a las mujeres jóvenes a que se asocien, “porque é unha pena ver que cada vez hai menos xente moza, algo que se debe a que estamos en una deriva constante de individualismo”, comentan.

Ahora, con 25 años a la espalda, sus integrantes siguen luchando para que Femuro dure otros 25 años más. Son 7 las trabajadoras de la entidad, 60 asociaciones y ya van 100 personas atendidas en sus programas en lo que va de año, además de los participantes en programas de formación o para la infancia. En 2022 fueron 250 personas atendidas. Unas cifras que respaldan su trabajo. Y más allá de estas personas, se encuentran las actividades que se hacen fuera de la sede y de la provincia.

Para poder atender a todas estas personas y continuar con su trabajo diario, Femuro cruza los dedos para que las subvenciones que reciben anualmente continúen año tras año, pues “Femuro se financia exclusivamente de subvenciones”, explican. Y aunque algunas tilden al futuro de “incierto”, Corona Meixeira ve mucho futuro: “Cada vez que vexo que hai novas asociacións ou vexo que comezan novos proxectos digo, “isto inda non morre”, e é bonito porque nos gusta ver que algo que creamos fai xa 25 anos siga tan vivo”.

Así, esta gran familia sopla sus 25 velas con un único deseo: poder seguir desarrollando su trabajo muchos más años. Algo tan necesario para la sociedad y el rural.