El área de Requeixo revive con un proyecto termal y turístico

"É unha paisaxe única e unha zona con moito encanto". Así describe José Luis Suárez, alcalde de Monterrei, el entorno de Requeixo, en Vilaza. Es por ello que al entrar Suárez en la alcaldía decidió tratar de recuperar el entorno, propiedad del dueño de Aguas de Fontenova, Sousa Cintra.

La idea cogió forma en 2018 cuando, tras conversaciones con Fontenova y Diputación de Ourense acordó una cesión de Requeixo durante cuatro años al Concello, respaldada por la Diputación, empezando a trabajar en la recuperación de este entorno que vivió su máximo esplendor en la primera mitad del siglo XX.

Y es que Requeixo albergó el Balneario de Vilaza, donde se embotelló agua, e incluso se canalizó para llevar esa agua desde Vilaza hasta la fábrica de Fontenova, en Verín, además de ser un lugar de retiro espiritual, combinando las creencias religiosas, el descanso y el poder medicinal de sus aguas.

Tras su abandono en la década de los 60, la primera actuación que se llevó a cabo para su recuperación fue una "importante e necesaria limpeza do entorno", cuenta Suárez, desde el 2018 al 2020, año en el que también se preparó el camino de acceso a la zona.

Ahora, a través del Plan de Sostenibilidade Turística "Ourense provincia termal", que coordina el Inorde, el Concello de Monterrei está a la espera de la licitación de dos proyectos. Uno para reconstruir los edificios de Requeixo, "para garantizar a seguridade do que hai agora mesmo", presupuestado en 48 mil euros. Y otro para la creación de dos rutas: una que conecte la ecovía de Queizás con Requeixo y otro que recorra los molinos que alberga el entorno, rutas valoradas en 75.000 euros.

Además, desde el Concello ya barajan diversas posibilidades para el futuro, entre las que se encuentra dotar de vida a la planta de embotellado, creando una sala de degustación del agua, "que conte a historia do balneario e incluso coa idea de facer unha pequeniña planta embotelladora de auga", explica Suárez. Para esto último es preciso analizar si hay agua suficiente en el subsuelo, proyecto en el que ya se trabaja, financiado también por la Diputación, con un valor que supera los 8.000 euros.

Bajo este abanico de iniciativas, Requeixo se dispone a volver a la vida, algo que "non sería posible se a Deputación non crera en Requeixo, algo polo que estamos moi agradecidos", destaca Suárez, que confía en el futuro del Balneario de Vilaza: "Non podemos desaproveitar a zona, ten un potencial incrible", concluye.

Potencial del río Bubal y riqueza del agua

Una de las principales preocupaciones del Concello de Monterrei era la calidad del agua: "Tiñamos medo de que non cumplira os requisitos hixiénico sanitarios e que a xente poidera coller algunha infección", cuenta Suárez.

Por elllo, Fontenova se encarga de realizar cada seis meses aproximadamente un control analítico de la calidad del agua que sale del manantial -siempre a la misma temperatura y con la misma intensidad de chorro-, algo que financia también la Diputación de Ourense -tiene un coste de entre 4.000 y 5.000 euros- y que cumple las medidas pertinentes, pasando todos sus controles.

Además, desde el Concello también esperan entrar pronto en conversaciones con la Confederación Hidrográfica para buscar una colaboración con ellos. "O río está feito un desastre, con moitas árbores caídas, e de nada vale que poñamos en marcha moitas iniciativas se o Bubal está en malas condicións", explica el regidor municipal.

Y es que el agua de Requeixo es conocida por sus propiedades medicinales, que ganaron auge a finales del siglo XIX, acudiendo personas que sufrían diversos males para curarse con sus aguas: bicarbonatadas, sódicas y con temperatura de emanación de 20'5ºC, declaradas de utilidad pública en 1900.