La llamada a tiempo que salvó la vida a tres personas: “No podemos respirar”

UN POLICÍA FUERA DE SERVICIO

Las llamas rodearon en Cualedro una granja atrapando a dos hombres y una mujer, quienes fueron rescatados por un policía que se encontraba de vacaciones. Los momentos previos a ponerles a salvo fueron angustiosos

Publicado: 28 ago 2025 - 07:00 Actualizado: 28 ago 2025 - 11:40

Un rescate in extremis desde el coche patrulla: “Esto es de película” | La Región

Una llamada de teléfono in extremis resultó clave en el rescate de tres personas que estaban el pasado 14 de agosto a merced de las llamas y el humo en una explotación ganadera de Santa Baia (Cualedro). “Por favor, venid a sacarnos de aquí que nos estamos muriendo, la granja está ardiendo y no podemos respirar, traed una motobomba que nos morimos”. Estas fueron las palabras de súplica que un hombre pronunció a un policía nacional y que permitieron que el agente fuese a buscarlos junto a sus compañeros.

Ese día, el agente, que se encontraba de vacaciones, se trasladó al pueblo de Santa Eulalia de Montes (Cualedro) para ayudar ante la cercanía de las llamas. Posteriormente, junto a varios vecinos, acudió a una explotación ovina para protegerla del fuego, que se acercaba peligrosamente al lugar. Allí estaban ya una patrulla de Policía Nacional adscrita a la Xunta de Galicia de Ourense y agentes de la Guardia Civil, quienes finalmente ordenaron evacuar la zona.

“Estabamos nunha nave e as chamas estaban ao redor, polo que a Policía Nacional díxonos que non había nada que facer e saímos de aí”, recuerda José Manuel Justo, propietario de la granja. Su mujer se encontraba en otra explotación ganadera ubicada a 400 metros de distancia, por lo que este vecino cogió su tractor y se dirigió hacia el lugar rápidamente para ir a buscarla. Sin embargo, a 150 metros de distancia no pudo avanzar más. En ese momento, rogó a los agentes que salvasen a Elena, su esposa.

"En cinco minutos rodeounos"

Ella había acudido a la granja para evitar que ardiera la nave, aunque las llamas aún estaban lejos. “Foi moi rápido, o lume ía para o outro lado, pero saltou e en cinco minutos rodeounos”, explica Elena Gómez. “Cando quixemos sair xa non puidemos porque queimábaste e dentro enchouse todo de fume”, añade.

Al rescate de ella y de las dos personas que la acompañaban —su hermano César y un hombre que fue allí para ayudarlos a combatir las llamas porque es amante de los animales— fueron los agentes. Se aproximaron a la granja por la parte sur, pero no consiguieron localizarlos. Mientras, el fuego avanzaba imparable y los policías tuvieron incluso que refugiarse varias veces en el vehículo para coger aire y poder seguir, viéndose obligados a abandonar la zona. “Foron pola porta na que nós non estabamos, por iso non nos localizaron. Contáronme que nos estiveron chamando e non os escoitabamos, é normal porque estaban nunha punta e nós noutra”, explica Elena Gómez.

Cuando se estaban yendo, se encontraron una mujer en el camino, quien reconoció a uno de los agentes. “Por Dios, no os vayáis que mi hermana Elena está atrapada y creo que mi hermano César también”, imploró. Su insistencia hizo que uno de los policías hiciese un último intento. Llamó a César y este le respondió la llamada. “Por favor, venid a sacarnos de aquí que nos estamos muriendo, la granja está ardiendo y no podemos respirar, traed una motobomba que nos morimos”, le suplicó.

Estas palabras provocaron que los agentes volviesen a entrar en la granja, pese a lo peligroso de esta decisión. Se acercaron marcha atrás siguiendo las indicaciones del policía que debía estar disfrutando de sus vacaciones, quien conoce perfectamente la zona y pudo guiar al conductor en una situación de nula visibilidad. Lo hicieron de esta forma ante el intenso humo, la proximidad de las llamas y la posibilidad de quedar atrapados.

Cuando estaban cerca de la puerta, mediante señales acústicas avisaron a las personas atrapadas de su posición. Segundos después, tuvieron contacto visual con ellos y los introdujeron con celeridad en el vehículo y abandonaron el lugar. Durante esta intervención, uno de los agentes resultó herido en el codo al tener que introducirse en el vehículo saltando al maletero del mismo.

A salvo

Apoyados por una patrulla de la Guardia Civil, abandonaron la zona mientras el fuego avanzaba rápidamente invadiendo gran parte de la explotación. Al llegar a una zona segura, los tres rescatados fueron trasladados al Hospital Comarcal de Verín, donde quedaron ingresados por inhalación de humo, dificultad respiratoria y crisis de ansiedad.

“Porque nos sacou a Policía, senón alí quedamos. A verdade é que son uns heroes”, asegura Elena Gómez, quien desea que nadie tenga que pasar una situación como la que vivió ella. “Pensas que vas morrer porque non tes escapatoria”, confiesa.

Su marido, José Manuel Justo, se enteró tres horas después, ya que, ante la situación límite que se estaba viviendo en la zona, acudió a un pueblo a sofocar las llamas para que no alcanzasen las viviendas. Tiempo después, se encontró con el policía nacional que estaba fuera de servicio y fue cuando se enteró de lo que pasó. “A chamada salvounos a vida, miña irmá xa lles dixera que estabamos dentro, pero eles non estaban seguros e ao chamar xa llo dixemos e viñeron. Foron moi valentes”, asegura Elena Gómez, quien confiesa que hubo momentos en que pensaron que no saldrían vivos.

Contenido patrocinado

stats