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CRÓNICA
Con el cadáver de la moción de censura aún caliente en el Concello de Ourense, tras certificarse que no hay cabida para un pacto entre PSOE y PP que permitiese desalojar a Gonzalo Pérez Jácome de la Alcaldía, todos los actores implicados, protagonistas y secundarios, no han perdido el tiempo para iniciar ahora la guerra por imponer su relato. El calendario aprieta y las urnas esperan ya, como quien dice, a la vuelta de la esquina.
Tras oficializar en la noche del martes en un comunicado a tres bandas el PSOE que no habria un acuerdo con el PP, al que señalan como el único responsable de que Jácome sea alcalde, y que las prioridades socialistas son “traballar para que en 2023 haxa unha maioría progresista co PSdeG á cabeza”, los populares contraatacaban ayer por todos los flancos para tratar de hurgar en la división en el PSOE, ya que desde un primer momento, el secretario provincial y portavoz municipal, Rafael Villarino, se mostraba predispuesto a tejer una alternativa, frente a la negativa de la dirección local, de Santiago y Ferraz.
“Es una decisión que deja en evidencia cómo los socialistas anteponen los intereses partidistas y electoralistas por encima de Ourense y por eso seguirá siendo Jácome el alcalde”, afirmó el secretario general del PP en la ciudad, Jorge Pumar, entendiendo que la irrupción de Manuel Cabezas como nuevo líder local del partido y la predisposición a dialogar y hacer regidor a Villarino -al que hace poco más de un año reclamaban que dejara la política para plantearse una moción de censura- harán olvidar que fueron los votos del PP los que auparon a Jácome en 2019 cuando había sido tercera fuerza, algo que choca con el mensaje en el que ahora inciden: “Ante esta neblina, la postura el PP siempre fue nítida, debe gobernar la lista más votada”.
Conscientes de que se convertirían en el blanco de las críticas, los dos bandos del PSOE en Ourense aprovecharon ayer, descartando manifestarse públicamente más allá del escueto comunicado conjunto del martes, para escenificar unidad, con un acto junto a la Alameda en el que estuvieron tanto Villarino como la líder local, Natalia González, con grandes posibilidades de medirse las caras en unas primarias por encabezar la lista del partido en mayo que no hubiesen existido si el portavoz socialista tuviese el bastón de mando, otro factor que no hay que obviar en todo lo que ha sucedido y que cobrará de nuevo protagonismo en pocas semanas, abriéndose de nuevo otra batalla interna.
Fuera de los actores principales, también han salido a la palestra el resto de grupos. El portavoz de Ciudadanos, José Araújo, reparte culpas entre PP y PSOE, “ós que lle dá igual que a cidade está varada”, pero responsabiliza ahora especialmente a los socialistas: “Impide que sexa alcalde o candidato que conseguiu a maioría a outra parte do PSOE porque en anda nunha loita interna por quedarse co sillón de Villarino, é algo alucinante”.
Por parte del BNG, Luis Seara insistió en su mensaje de que “sempre entendimos que debían deixar de marear a perdiz e tomarlle o pelo á xente”, dejando claro que “nós estamos noutra dinámica”. Mientras, Jácome carga contra unos y otros sabedor de que tiene blindado el despacho de la Alcaldía que volverá a ponerse en juego en mayo. Hasta allí, quedan meses para que cada uno, con sus armas, logren ganarse a la opinión pública.
El presidente del PP de Ourense, Manuel Baltar, afeó al PSOE su comportamiento durante los últimos días al abrirse la posibilidad de una moción de censura a Gonzalo Pérez Jácome. “Acaban de dar la peor imagen posible en política, pierden toda la coherencia”, señaló Baltar, valorando la actitud de la nueva dirección local del PP de abrirse a una alternativa.
“Pretendía darle un nuevo rumbo a la ciudad, nuevos políticos, nuevos proyectos y cuando hay esta posibilidad, cerraron una vez más la posibilidad de ser alcalde al que negoció durante todos estos días, es un esperpento político”, añadió el presidente provincial del PP, que ha dado por “cerrado el tema” de una alternativa en este mandato “por alguien que no tuvo predicamento ni en su partido”.
El presidente del PPdeG, Alfonso Rueda, manifestó que la posibilidad de una moción de censura entre populares y socialistas para desalojar de la Alcaldía de Ourense a Gonzalo Pérez Jácome es un “asunto cerrado” después de que el PSdeG se haya “desmentido a sí mismo”.
Además, apuntó que la moción de censura “fue una propuesta del PSOE de Ourense que, en cuanto la hizo, antes de empezar a considerarla; ya empezaron los desmentidos, los rifirrafes, el día a día del Partido Socialista”, apostilló el líder de los populares gallegos, coincidiendo con su homólogo ourensano en que “ya no hay nada que considerar”.
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