Palomares: "Ourense es la capital de mi geografía sentimental"

Alfonso Sobrado Palomares (Calvos de Randín, 1935) tiene más morriña que nunca. Hace un tiempo que, en las entrevistas, procura repetirle al interlocutor que “Ourense es la capital sentimental de mi vida”. El escritor y periodista que presidió la Agencia EFE entre 1986 y 1996 -trabajo que le permitió conocer de cerca a personajes como Fidel Castro, Ahmed Ben Bella o Salvador Allende- se recupera ahora del ictus que alteró su vida casi por completo. La enfermedad le dejó tiempo para poner punto y final a una novela. “Por siempre. Abelardo y Eloísa” (editorial Edhasa) conecta a Palomares con su pasión por la historia.

El ictus le dio tregua con la novela, ¿cómo está de salud?

En plena recuperación. La fisioterapeuta me dice que tengo que empezar una vida normal. Puedo participar en conferencias y presentaciones del libro.

Esta es una historia de amor, pero muy trágica, ¿no?

Sí. Me tentó el tema. Estaba estudiando la filosofía escolástica de la Edad Media y me encontré con que el gran escolástico de la época era Abelardo. Después llegó Eloísa y toda la vida trágica de ambos. El binomio Abelardo y Eloísa es un equivalente a Romeo y Julieta solo que en otra vertiente más trágica. Porque no es una tragedia de un instante, sino una tragedia constante.

¿Cómo fue el proceso de documentación? Llegó a visitar el cementerio en el que están los restos de Abelardo y Eloísa.

Recorrí París y todos los lugares en los que está la historia. Está llena de misticismo dramático, los dos son monjes y los dos llegaron a ser abades de sus respectivas abadías. Vivían un gran amor, que resultó trágico en ese mundo místico.

¿Ese amor del siglo XII tiene algo que podamos extrapolar a la actualidad?

Todos los sentimientos amorosos se pueden trasladar. Los amores, los sentimientos... no han variado tanto. El enamoramiento es una de las cosas que puede tener distintas formas o caras, pero en el fondo no varía. El enamoramiento transforma.

Es verdad que el amor es un tema universal, pero en sus novelas es el más recurrente. ¿Siempre fue un romántico?

Sí. Hay un poco de fandango romántico en todo lo que escribo, todos lo tenemos en el fondo.

Siempre quiso ser periodista, ¿escritor también?

Es un oficio muy análogo al otro. Siempre quise ser, incluso, escritor antes que periodista. Solo que la vida me llevo por otros caminos.

Ahora tiene tiempo para ser solo escritor.

Sí, aunque también escribo artículos para periódicos. A ver si en septiembre comienzo a retomarlo, me gustaría escribir en La Región.

Viajó por todo el mundo, siempre estuvo vinculado al periodismo internacional… Y, sin embargo, tiene especial cariño por el periodismo local, ¿por qué?

Es el verdadero periodismo, porque es muy cercano. La provincial es la gran prensa y siempre estuve muy ligado a ella, aún estando lejos. Ourense siempre fue la capital de mi geografía sentimental.

Tiene pendiente unos cuentos de la ‘raia’, su tierra. ¿Para cuándo?

Es un tema que tengo en mente y sobre el que quiero escribir. Mi pueblo es Calvos de Randín. Tengo bastantes ideas y quiero escribirlas en gallego. Crecí en un ambiente de cuentos de ‘lareira’ por la noche. Me gustaría recuperar algunas de esas historias.

¿Le acompañaron esas historias de niñez a lo largo de su vida?

Lo mágico siempre formó un poco parte de mi vida. Mi realismo mágico fueron los cuentos de mi niñez en Calvos.

¿Algún proyecto más?

Ahora lo que quiero es recuperarme, pero tengo un diseño para una novela sobre la Galicia vaciada. Los pueblos vacíos, cómo siguen teniendo vida después de vacíos. Una especie de “Pedro Páramo”.

La idea de volver a “habitar” la Galicia vaciada también tiene mucho de romántico.

Sí. Es reconstruír los pueblos vacíos, en el sentido del pensamiento y la imaginación.

¿Cómo está viviendo la situación de Cuba? Estuvo muy vinculado al país.

Con preocupación. Creo que algún día se convertirá en una auténtica democracia y será una potencia en la zona, contagiando democracia en lugar de autoritarismo.

Fidel Castro es uno de esos personajes que conoció. ¿Cómo era?

Me pareció el hombre que pronunciaba con más exito la palabra “revolución”. Nunca oí a nadie pronunciar con tanto énfasis la palabra revolución. Era una palabra mágica para él y la empleaba mucho.

¿Traerá la novela a Ourense?

Me encantaría. El único sitio donde me interesa presentar la novela es Ourense. Mi norte, mi estrella polar, aunque sea un poco cursi, permanece en Ourense. Es donde quiero que se me lea, donde quiero ir… Forma parte del principio y fin de todos mis caminos.

Ay, la morriña...

Toda mi vida. Desde los 17 que marché a Madrid, Ourense estaba en la plantilla de mis zapatos.