La antigüedad de los edificios y el covid disparan la demanda

Los inmuebles de la provincia figuran entre los más viejos del país: un 35% tiene más de 50 años

Viviendas vacías en el rural ourensano.
Viviendas vacías en el rural ourensano.

El conjunto de problemas que afecta al sector de la construcción llega en el peor momento posible para las empresas que se dedican a la rehabilitación, ya que la demanda está disparada desde que se desató la pandemia de coronavirus. También se alimenta de la antigüedad del parque inmobiliario de la provincia, que tiene a sus construcciones entre las seis más viejas de todo el país, con un 35% de ellas que superan los 50 años desde su edificación.

“Sigue habiendo mucha demanda, se incrementó mucho tras el covid, cuando la gente se interesó por hacerse casas en el pueblo o reformar la que tenía”, destaca el gerente de Desarrolla Ourense, quien aventura que no se prevé que el interés decaiga a raíz de la llegada de fondos europeos vinculados a la rehabilitación de inmuebles. Esta tendencia la corroboran desde Construcciones Noguerol, donde señalan que “a xente busca agora escapar da cidade”.

Este bum de las reformas responde también al estado de los inmuebles, como apunta el agente inmobiliario Juan Carlos Moreiras, quien señala que “el parque de edificaciones es anticuado, porque no hay inversión y no hay edificios nuevos”.

De hecho, los inmuebles ourensanos son de los más envejecidos del país, con un tercio por encima de los 50 años de antigüedad. Solo en Ávila, donde las edificaciones con más de 50 años suponen el 56% del total, Zamora (43%), Teruel (41%), León (38%) y Soria (38%), las construcciones son más antiguas.

La mayoría de estas edificaciones son viviendas, de las que el 37% se construyeron antes de 1970. Este porcentaje es ligeramente inferior para las viviendas principales (30%), mientras que se dispara para las residencias vacías, uno de los grandes problemas que aqueja el sector inmobiliario ourensano, de las que el 55% supera los 50 años.

Las viviendas vacías, que se concentran principalmente en el rural provincial, suelen necesitar de profundas remodelaciones antes de poder entrar en el mercado, tanto de compraventa como de alquiler. Los agentes inmobiliarios destacan que en muchos casos la inversión que necesitan no compensa los potenciales ingresos, por lo que los propietarios deciden mantenerla ociosa, y muchas cambian de dueño, exclusivamente, a raíz de las herencias.

Este tipo de movimientos tiene una gran relevancia en el contexto ourensano, ya que de todas las viviendas que se transmitieron en lo que va de año, un 25% lo hizo por una herencia.

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